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Descubre estos trucos infalibles para acabar con el mal olor de tu nevera

La nevera, si no se mantiene al día, acumula muchos (malos) olores.
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Como decían nuestras abuelas, para no tener que limpiar la nevera, como así la llamamos en España, lo más práctico es no ensuciarla. Pero claro, hablar en estos términos cuando nos referimos al frigorífico, a toda la familia abriendo y cerrando las puertas, acumulando restos de comida, derrames inesperados que se quedan ahí, productos olvidados en el fondo de la nevera que avanzan en su proceso de putrefacción… es misión imposible.

Aun así, debemos intentar limpiar en el momento en que se vierte un líquido, retirar la comida en vías de descomposición, almacenar los restos en envases etiquetados y tapar con film transparente aquellos productos que desprenden por sí mismos un fuerte olor (como pescados o queso). 

Si, a pesar de estas precauciones, abrimos nuestra nevera y sentimos un profundo rechazo a la amalgama de olores desagradables que desprende, ha llegado el momento de poner en práctica uno de los 10 trucos caseros que harán que los (malos) olores pasen a mejor vida. Ojo, que los alimentos en mal estado y los líquidos derramados y secos hay que retirarlos sí o sí…

1. El bicarbonato absorbe los malos olores de la nevera

Uno de los remedios clásicos que nunca falla a la hora de hacer desaparecer los malos olores del frigorífico consiste en mezclar una buena cantidad de bicarbonato de sodio con un poco de agua en un bol no demasiado profundo.

El bicarbonato es un producto ultra versátil: lo limpia todo, desde la nevera, hasta unos zapatos o los asientos del coche.
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Una vez preparado el líquido, lo introducimos en uno de los estantes de la nevera, y lo dejamos actuar un mínimo de 24 horas y un máximo de dos meses. Poco a poco comprobaremos que este invento es capaz de absorber toda la mezcla de olores acumulados.

2. Los cítricos, para desinfectar las bacterias

Con respecto al limón, es un potente desinfectante que ofrece la naturaleza, existen tres maneras de aprovechar sus cualidades dentro de la nevera. La primera consiste en exprimir un limón, mezclarlo con un poco de agua y vinagre, y meterlo en un bol en diferentes estantes.

Limón con clavos de especia clavados, uno de los mejores remedios contra los malos olores
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La segunda posibilidad, que puede ser también complementaria a la primera, es cortar un limón (o una naranja, que también 'limpia') en dos mitades, pinchar en su superficie plana unos cuantos clavos de especia, e introducirlos al fondo del electrodoméstico durante 48 horas.

Por último, puedes aprovechar este fruto tan valioso y saludable para limpiar, exprimiéndolo junto con agua dentro de un envase con pulverizador, y 'bañando' con el líquido resultante las paredes de la nevera.

3. Café, molido o en grano, para ahuyentar los malos olores

Otro de los productos que tenemos a mano en casa, el café, nos puede ayudar como solución contra los olores.  Puedes ponerlo en grano, entero, o molido, pero siempre en pequeñas cantidades, puesto que su olor es muy fuerte y podría adueñarse de los alimentos que están en el interior y que no deseamos que "huelan a café". Un bol, un poco de café, y 48 horas en una balda impregnándose de esos aromas desagradables mezclados.

4. Miga de pan con vinagre

Un recipiente no muy grande, una buena bola de miga de pan y un chorro de vinagre para impregnarla conseguirán hacer desaparecer los olores. Consejo: no lo dejes mucho tiempo en el interior porque el vinagre es demasiado fuerte y ese olor, después, será imposible de eliminar fácilmente.

5. Pasta de bicarbonato para frotar el interior de la nevera

Cuando los olores a combatir son demasiado fuertes e incluso ilocalizables, están 'en el ambiente', la solución de la pasta de bicarbonato es la mejor.

Prepara una pasta con bastante bicarbonato de sodio y solo una pequeña cantidad de agua. Remueve bien hasta conseguir la textura deseada, y extiende el resultado sobre las paredes y las baldas de tu frigorífico. Cuando hayas finalizado, retira con una bayeta húmeda y habrás hecho un dos en 1: eliminar olores y una limpieza general, aunque ello te haya supuesto vaciar los estantes y un poquito más de tiempo.

6. Agua oxigenada contra los olores

La solución definitiva es la que te traerá un paño de cocina humedecido y ligeramente impregnado de agua oxigenada. Con este ingrediente hay que tener precaución, y no bañar la nevera con él. Solo un trapo humedecido y un poco de paciencia para pasarlo por aquellos lugares en los que la porquería se ha "atrincherado". Verás que el resultado es inmediato y eficaz.

7. El pan puede con todo

Una de las soluciones más económicas, propia de la cocina de aprovechamiento más ortodoxa, es colocar trozos pequeños de pan que se nos ha quedado duro, repartido en recipientes apropiados por lugares estratégicos del frigorífico. El pan tiene la capacidad de hacer suyos los olores circundantes. Antes de tirarlo, "déjalo estar" en el interior 24 horas.

El pan que se ha quedado duro es un excelente 'absorbe-olores'.
P.M.

8. Extracto de vainilla

Un poco más sofisticado, y menos a mano en casa, el extracto de vainilla es también un poderoso eliminador de los malos olores de la nevera. La idea es remojar bastante cantidad de ello en un algodón, o disco redondo de los de desmaquillarse, e introducirlo en un platito de café durante 48 horas.

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