El detalle decisivo para comprar una freidora de aire que, a menudo, pasa desapercibido
Las freidoras de aire o sin aceite ya se han hecho un hueco en la mayoría de cocinas en España. Se han convertido en el utensilio de moda porque nos ayudan a cocinar los alimentos evitando el alto contenido en grasas de una freidora tradicional. Además, casi todo puede hacerse en una airfryer, porque tiene algo de freidora y algo de horno.
Decimos freidora de aire, pero sería más acertado decir horno de aire. Porque este electrodoméstico actúa como un horno, pero con aire: caliente por la resistencia que lleva y rápido por su ventilador. Otra cosa es que, además, pueda conseguir un resultado parecido al de una fritura pero sin apenas usar aceite. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cree que lo más adecuado es denominarlo "freidora de aire caliente", ya que también utilizan aceite, aunque es cierto que en menor cantidad que la convencional.
¿Qué beneficios tiene la freidora de aire?
Freír los alimentos al estilo tradicional es un proceso que agrega una elevada cantidad de calorías y grasas, y reduce su calidad nutricional. En cambio, la freidora de aceite no utiliza aceite (o muy poco), lo que nos permite conseguir (o acercarnos) a la textura y el sabor de los fritos, pero de modo más saludable. Además, es una buena solución para alimentos prefritos congelados.
Este electrodoméstico ha demostrado que puede cocinarlo (casi) todo de manera más sana (porque apenas usa grasa) y bastante rápida. Al necesitar menos tiempo de cocinado —y no necesitar aceite— se reduce la cantidad de grasas y calorías a la mitad.
Todo aquello que cocinemos en la airfryer tendrá menos grasas y menos calorías que la freidora clásica. "Desde el punto de vista nutricional también hay diferencias, ya que el alimento frito incorpora una cierta cantidad de grasa mientras que en la freidora de aire la cantidad de grasa es mucho menos (y claro, también las calorías del alimento)", cuenta la OCU.
Y éstas sus debilidades
Pero desnudemos a la freidora de aire. O sea, contémoslo todo. Hemos versado sus virtudes, pero también hay que señalar lo que no hace, o lo que no hace bien, o sea, sus debilidades, que las tiene (al menos dos).
La primera salta a la vista. La mayoría de freidoras de aire no son muy grandes, dan para 2-3 raciones como mucho, pero no para una familia, salvo que queramos cocinar por tandas. Claro que hay aparatos que alcanzan los 6 litros de capacidad, pero su precio es un problema.
Y la segunda debilidad es la que repiten muchos de aquellos que la compraron, la probaron y ahora la venden en internet: la fritura no queda igual. La freidora de aire es más sana, pero los fritos no quedan como con sartén y aceite; no crujen tanto; no crujen igual. Es cierto, todavía no lo consiguen, pero demos tiempo a los ingenieros...