Los riesgos ocultos de esta parte de la nevera que pasa desapercibida
Conviene cada cierto tiempo hacer una limpieza en profundidad del interior de nuestra nevera, ya que se acumulan restos de alimentos y otros microbios que se pueden depositar en los rincones del frigorífico, contaminando la comida que tenemos almacenada y que son perjudiciales no solo a la hora de ingerirlos, sino también de inhalarlos. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, sostienen que dependiendo del sistema que emplee para enfriar, habrá que limpiar la nevera con más o menos frecuencia.
Cuando limpiamos el frigorífico dedicamos especial atención a las bandejas, las juntas, los cajones y la puerta por dentro y por fuera, sobre todo aquellos sitios donde guardamos productos frescos como frutas, verduras o huevos. Sin embargo, tendemos a olvidarnos de la zona de la goma que recubre la puerta por dentro —presente en otros electrodomésticos como el congelador o la lavadora—, ya que la suciedad se tiende a acumular por dentro y no se aprecia a simple vista.
Esta parte es, precisamente, una de las que más debemos tener en cuenta, ya que se acumula una gran cantidad de suciedad, bichos, microbios y otras bacterias que pueden pasar a nuestro organismo.
¿Cada cuánto hay que limpiar la nevera?
Desde la web del producto desinfectante Sanytol sostiene que "ante la presencia de hongos en cajones y gomas, lo mejor es mantener la nevera siempre limpia y desinfectada (limpiarla al menos cada 3 meses) para reducir la presencia de estas bacterias y evitar que estas pasen a los alimentos". Si estas superficies van a estar en contacto directo con los alimentos, lo mejor es utilizar productos desinfectantes que no contengan lejía.
Cómo limpiar la goma de la nevera
El experto en primeros auxilios Miguel Assal, ha publicado en su cuenta de Instagram los peligros que supone no limpiar correctamente la goma del frigorífico, que pasa por la salmonelosis, hepatitis infecciosa, diarreas infantiles e infecciones intestinales y urinarias, entre otras.
"¿Te has intoxicado o tienes intoxicaciones frecuentes? —pregunta el experto- comprueba el estado de la goma de la nevera, si presenta grietas o no sella correctamente". Habrá también que revisar la parte trasera del frigorífico, ya que es una zona que emana calor (perfecta para que los bichos críen y pongan huevos) y con acceso libre a nuestros alimentos.
Ante cualquier sospecha, desenchufa la nevera, saca toda la comida y limpia todo a conciencia sin olvidar ningún rincón. No utilices insecticidas, recuerda el experto. "Así evitaremos ingerirlos y los cuadros alérgicos al inhalar las secreciones de estos microorganismos".
Hay diferentes productos en el mercado para limpiar y desinfectar la nevera, como el vinagre blanco, el bicarbonato de sodio y el limón. Una solución útil es mezclar agua caliente, vinagre blanco y limón. Pulverizamos la fórmula en el interior de la nevera por todas partes. Tras usar el producto, cerramos la puerta y dejamos actuar durante 15 minutos.
Si usamos amoniaco diluido en agua, debemos dejar la puerta abierta por la liberación de vapores fuertes. Lo mejor es sacar cada una de las baldas y cajones para limpiar de forma óptima y con ayuda de una bayeta limpia repasar cada recoveco.