Este es el truco infalible para echar más o menos espuma en tu cerveza en casa
La cerveza es la bebida alcohólica más popular del mundo. Esta bebida procedente fundamentalmente de la cebada, de la que hay antecedentes que se remontan hasta el 4.000 a.C., es la reina mundial por su bajo contenido en alcohol y porque se consume fría. Esto último es lo que más nos importa en España (somos uno de los países que más fría la sirve).
En nuestro país, se estima que cada persona consume unos 50 litros anuales de cerveza. Antes de la pandemia, prácticamente el 70% del consumo de cerveza en nuestro país tenía lugar fuera del hogar. Pero todo consumidor se esta bebida siempre tiene latas o botellas en casa. Es un básico de la despensa.
Unos bigotes de espuma de cerveza son todo un símbolo de disfrute y placer. La espuma otorga una inigualable sensación en boca, pero no es sólo un adorno. Es un importante factor que regula los niveles de carbonatación, sabor y aromas de la cerveza.
¿Pero sabemos tirar bien una cerveza creando su perfecta corona de espuma? Hace poco el maestro sumiller Iván Rodríguez nos explicaba aquí la manera correcta de servir la cerveza en casa. "Lo primero que tenemos que hacer es situar la copa o vaso bajo el caño con una inclinación de 45º y a una distancia de entre 10 y 20 centímetros para que la cerveza se bata suavemente con el fondo y permita la formación de la espuma", contaba a 20 minutos.
Eso sería lo ortodoxo e ideal según los expertos, pero en esto de beber, como en todo en la vida, hay colores, opiniones y gustos. No a todo el mundo le gusta una cerveza con su giste de espuma. Algunos no quieren nada de espuma, otros sólo un poco y otros prefieren los bigotes y piden un par de coronas.
Cuánta espuma queremos
En nuestra mano está. La clave está ya no sólo en cuánto inclinemos el vaso sino en la boquilla de la botella. Es lo que muestra el comunicador gastronómico Javier lnfiesta en @comequecome, su cuenta de TikTok, y que nos vale para servir la cerveza con o sin espuma.
La botella de cerveza tiene dos hendiduras y la cantidad de espuma que generemos va a depender de la parte que apoyemos en el vaso. Si al servir nos apoyamos en la primera hendidura, nos saldrá sin espuma, pero si lo hacemos en la segunda tendremos espuma (más o menos dependiendo, ahora sí, de la inclinación del vaso).
Y sí, mejor servirla, o sea, sacar la cerveza de su botella (también de su lata) porque la vamos a disfrutar más. De entrada porque el cristal trasparente permite percibir mejor su color y brillo. Además, la abertura del vaso o jarra que usemos favorece el desarrollo del carbónico, la conservación de los aromas y la oxigenación del líquido. Finalmente, si es copa, la cogeremos por el tallo y evitaremos que la cerveza se caliente.