Aprende a hacer tu propia 'smash burger' en casa: claves para hacer la hamburguesa de moda
- La técnica del aplastamiento es vital para conseguir que la carne quede crujiente y jugosa.
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La hamburguesa es, para muchas personas, uno de esos platos irresistibles que comerían todos los días si la dieta se lo permitiese. No obstante, dentro de un plan de alimentación saludable, siempre hay espacio para algún que otro capricho y, en el caso de las hamburguesas, podemos disfrutarlas en múltiples versiones. En esto influyen, principalmente, las tendencias gastronómicas que imperen en cada momento en el sector, así como los gustos cambiantes de la población.
En los últimos tiempos, ha irrumpido con fuerza en nuestro país un término que viene directamente de Estados Unidos: las smash burgers. Estas, como su propio nombre indica, son hamburguesas aplastadas, es decir, durante el proceso de elaboración se prensa una bola de carne contra la plancha y de esta forma se consigue un disco, más fino, jugoso y crujiente. En este sentido, son varios los restaurantes que se han especializado en este tipo de hamburguesas, pero lo que probablemente no sabes es que también puedes disfrutarlas en tu casa.
¿Cómo hacer una 'smash burger' en casa?
El secreto para conseguir que esta hamburguesa quede como lo haría en cualquier local estadounidense reside, principalmente, en la carne. Es importante que, en lugar de comprar hamburguesas ya hechas, acudas a tu carnicería de confianza y escojas una pieza de carne con al menos un 20% de grasa. Tras hacer tu elección, pide al carnicero que te la pique y llévate una bola de carne picada de un tamaño proporcional al de los comensales que van a disfrutar de ella.
De la misma manera, es vital la guarnición que va a completar la smash burger. En su versión más clásica, se acompaña de queso, lechuga, pepinillo, cebolla y mayonesa, aunque hay quienes le añaden otros ingredientes más elaborados, como el guacamole, el bacon o el huevo.
'Smash burger' con queso
Ingredientes
250 gr de carne de vacuno dividida en dos bolas
Queso cheddar en lonchas
Pepinillo en lonchas
Cebolla
Lechuga
Tomate
Pan de hamburguesa
Mantequilla
Sal
Pimienta negra
Elaboración
Prepara la carne dividiéndola en dos o más bolas en función del número de hamburguesas que quieras incluir en tu smash burger. Salpimiéntalas generosamente.
Prepara la guarnición, cortando la cebolla en juliana, la lechuga, el tomate y los pepinillos.
En una sartén plana o plancha, coloca una nuez de mantequilla y tuesta los panes de hamburguesa sobre ella hasta que se doren. Resérvalos junto a la guarnición.
Coloca una de las bolas de carne picada sobre la sartén o plancha y aplástala enérgicamente con ayuda de una espátula. Ten en cuenta que, mediante esta técnica y si el fuego está lo suficientemente alto, la carne se cocina rápidamente, por lo que en cuanto los bordes estén crujientes, dale la vuelta.
Pon una loncha de queso sobre la hamburguesa para que se derrita y cocina no más de un minuto. Retira y repite el proceso con el resto de bolas que hayas sacado de la carne.
Monta tu smash burger, untando los panes con mayonesa u otra salsa que prefieres e incluye el resto de ingredientes al gusto.
El origen de los restaurantes 'Smashburger'
Aunque la smash burger se haya popularizado en todas partes del mundo y sean muchos los restaurantes que la ofrecen en su carta, lo cierto es que tipo de hamburguesa tiene su origen en un local de comida rápida con el mismo nombre. Fundada en 2007 por veteranos de la industria de comida rápida, Smashburger llegó a ser catalogada como la “Compañía más Prometedora de Estados Unidos” en 2011, por la revista Forbes. ¿El secreto de su éxito? Usar filetes de carne molida de angus y, por supuesto, una técnica de cocinado que pasa por el aplastamiento.
La clave es colocar la albóndiga de carne en una plancha calentada a 196 °C, tal y como informan al respecto en su página web, y aplastarla duramente con una herramienta especial durante 10 segundos, hasta que quede totalmente plana. De esta forma, la grasa comienza a derretirse y se carameliza la parte inferior de la hamburguesa que está sobre la plancha untada con mantequilla, bloqueando la salida de los propios juegos de la carne y propiciando que la hamburguesa se marine en ellos. La rapidez de esta técnica, además, es ideal para conseguir un rápido servicio en mesa y que los clientes salgan del local más que satisfechos.