Talo, la torta de maíz del País Vasco: así se prepara este alimento típico de ferias y fiestas
- El talo se suele combinar con queso y chistorra, pero también con alimentos dulces como el chocolate.
- La bebida vasca sin alcohol que triunfa en restaurantes de alta cocina de todo el mundo
Si piensas en la gastronomía típica el País Vasco seguro que se te vienen a la mente el bacalao al pil pil, el marmitako, las gildas, los chipirones en su tinta, las kokotxas, el txangurro, la porrusalda... ¿Y el talo?
Es probable que si solo has estado en el País Vasco de paso ni siquiera te suene lo del talo, aunque se trata de un plato típico de esta tierra que es más común -aunque menos comercial- de lo que te imaginas.
Una torta de maíz
Se podría decir que el talo es al País Vasco lo que la arepa a Venezuela o la tortilla de maíz a México, ya que se trata de un plato con un aspecto y una elaboración similar, aunque con un toque muy vasco.
Se trata de una torta elaborada a base de harina de maíz y agua -que en ocasiones también lleva harina de trigo y algo de sal-. Una vez tenemos preparada la masa, hay que dejarla reposar antes de hacer pequeñas bolitas que se convertirán en las finas tortas de talo, que se amasan pasándolas por una plancha.
Se trata de un alimento con un sencillo proceso de elaboración que habitualmente se utiliza como si fuese pan y se come en ferias y celebraciones con otros ingredientes tan típicos de la zona como la chistorra.
El queso es otro de los ingredientes que podemos -y debemos- echar dentro de un talo, aunque si lo que queremos es un resultado más dulce, también lo podemos preparar con chocolate.
Un alimento con historia
El talo no es un invento de ahora, ni mucho menos, por lo que si buscamos sus orígenes deberemos remontarnos al siglo XVI, cuando se produjo un importante movimiento migratorio a tierras americanas desde el País Vasco.
En esta zona, especialmente en Guipúzcoa, el clima complicaba el cultivo de secano del trigo y la cebada, por lo que comenzó a usarse el maíz para elaborar panes y talos, que en aquella época era la cena estrella en Guipúzcoa y Navarra, elaborando gachas con leche.