El restaurante de Zaragoza en el que sirven algunas de las mejores tortillas de patata rellenas
La tortilla de patatas es un básico de nuestro recetario. La cosa, como sus ingredientes, parece fácil: huevos, patatas, aceite de oliva, sal y… cebolla, o no. Sí, la eterna disputa. Y sin embargo, hacer tortilla de patata, una buena, tiene su arte.
Por eso todos tenemos bares y restaurantes bien señalados en nuestra memoria si toca ir de tortilla. Son lugares con magisterio, del mismo modo que sabemos de otros a los que no volveremos hasta que no mejoren la tortilla. De los primeros, de los buenos, en Zaragoza hay más de uno, pero esta vez nos fijamos en uno por sus tortillas distintas.
Es el restaurante O Fogar y se ha hecho experto en tortillas rellenas, que elabora con una receta propia. "¡Tortilla de la buena!" se lee en un cartel que cuelga en su fachada. Y añaden: "Hechas con productos de cercanía con amor y con cebolla, obviamente". Sí, aquí no hay discusión: la tortilla, aunque sea rellena, con cebolla. Cómo será, que hasta lo cuentan en sus redes sociales:
El local lo encontramos en la calle del Heroísmo, 43 de Zaragoza. No es muy grande pero tiene también varias mesas en la terraza del exterior. Es perfecto para tomar el vermut, para el tardeo y para la cena.
O Fogar se ha hecho famoso entre los zaragozanos por sus tortillas rellenas: con rulo de cabra y cebolla caramelizada, con chorizo picante y queso brie... Hay para elegir unas cuantas variedades: La Fogareña, La Tizona, La Española, La Icónica, de Morcilla, La Agustina o La Salada. Todas ellas valen entre 22 y 28 euros.
Pero si no nos gustan, que ya sería extraño, podemos inventar la nuestra. El restaurante nos da la posibilidad de personalizar nuestra tortilla de patatas con el "sabor" que nos apetezca. Además, por encargo, hacen tortillas para grupos grandes.
Además, O Fogar incluye en su carta raciones para picar. Destaca, a la vista de su éxito los nachos Ignacio, que llevan salsa y carne picada. También podemos pedir croquetas (de chorizo, de longaniza, de ternasco...), mini hamburguesas, boquerones en tostada de escalivada o patatas bravas (este año han ganado el premio a la mejor salsa brava de Zaragoza).
Si nos apetece algo menos calórico y contundente hacen unas estupendas ensaladas: de verano (tomates rosas de Barbastro, burrata y aceitunas negras), de otoño (champiñón, bacon y rulo de cabra sobre cama de espinacas) y de invierno (naranjas, queso azul, cebolla, zanahoria y nueces).