Los secretos tras las cámaras de la cocina de Karlos Arguiñano: gafas, marionetas y fotos con famosos
- Ubicado en un caserío de Aia -Guipúzcoa- en el plató de Karlos Arguiñano se respira la auténtica esencia del chef.
- Las recetas de Arguiñano rápidas y baratas, según la cocina de sus abuelos: "Están al alcance de todo el mundo"
- Cuánto cuesta el menú en el restaurante de Karlos Arguiñano
Se podría decir que el lugar de trabajo de Karlos Arguiñano es precisamente tan loco como nos lo imaginábamos. Y es que, detrás de toda esa pulcritud, limpieza y orden se esconden detalles con los que el cocinero ha hecho de este plató su lugar en el mundo.
Cada mediodía podemos ver al cocinero beasaindarra haciendo las delicias de los espectadores con platos sencillos y al alcance todos, no sin antes contarnos algún chiste y aparecer disfrazado de cualquier cosa.
Marionetas, gafas, libros... el plató de Cocina Abierta, el programa de Karlos Arguiñano que se emite en Antena 3, lleva el sello del cocinero vasco lo mires por donde lo mires. Situado en un caserío en Aia, provincia de Guipúzcoa, el plató desde donde cocina el chef para todos sus espectadores guarda la auténtica esencia de Arguiñano.
La casa de la gafas al girar la esquina
Es un clásico arrancar el programa con Arguiñano cantando o recetando algún dicho o refrán con cualquier tipo de gafas variopintas acompañando su chaquetilla de chef. No es que el chef se levante por la mañana y se traiga unas gafas de casa es que, aunque escondidas a los ojos de los televidentes, las gafas están ahí.
En el plano habitual que vemos en televisión, al fondo podemos divisar una pared azul con cuadros y fotos. Pues bien, tanto si giramos hacia la derecha como si lo hacemos hacia la izquierda lo que nos vamos a encontrar detrás de la pared es una enorme malla con gafas de todos los tipos y modelos.
Marionetas y maquetas
Las marionetas de Karlos Arguiñano desde luego que no son un secreto. El cocinero aprovecha la mínima ocasión para jugar con ellas delante de la cámara, además de estar colocadas a la vista de todos.
Peluches, títeres... No existe un lugar en la cocina de Karlos Arguiñano que no esté decorado con mucho gusto. Aunque no todo el atrezzo están ahí por casualidad.
Al fondo del plató, en la pared derecha podemos divisar una maqueta de un tren que más allá de un elemento recreativo, guarda un valor emocional. Antes de dedicarse a la cocina, Karlos Arguiñano trabajaba en el mundo de ferrocarril como chapista, y lejos de olvidar aquella vida, la tiene muy presenta en su plató de televisión.
El lugar para los suyos
En su lugar de trabajo, el chef tiene, por supuesto, espacio para los suyos. Y no solo porque de vez en cuando tenga por ahí haciendo los honores a su hermana Eva o a su hijo Joseba, sino porque incluso cuando ellos no aparecen por ahí, siguen estando muy presentes.
Si te paras a observar las paredes del lugar encontrarás más de una cara conocida. Mientas en una de las paredes cuelga fotos con sus familiares y amigos, otra está dedicada casi a modo altar a muchos amigos que todos conocemos.
Iñaki López, Thais Villas, Pablo Motos, Gloria Serra, Pedro Subijana en Akelarre... se podría decir que el plató de Arguiñano es una auténtica casa de talento, tanto propio como ajeno.