Gastronomía

Sopa tailandesa con cúrcuma, langostinos y cilantro, un entrante para llenar de exotismo la Navidad

Sopa tailandesa.
Andrea Carucci

Cambiar de vez en cuando nuestras costumbres gastronómicas nos ayuda a probar diferentes sabores y a enriquecer nuestra salud gastronómica. Esta receta de sopa tailandesa con cúrcuma, langostinos y cilantro sorprende y es fácil de preparar.

Esta receta es ideal como entrante y forma parte de los menús saludables que os estoy ofreciendo para estas fiestas que ya casi están a la vuelta de la esquina. Personalmente me encanta el frescor que le da el añadir unas gotas de lima, pero en gustos, ya se sabe, no hay nada escrito.

Si hay un condimento que ha invadido nuestra cocina desde hace unas décadas es la cúrcuma, muy utilizada no solo por los nutrientes que nos aporta, sino también por deliciosos sabores que brinda a las recetas -es parte integrante y fundamental de la mayoría de curris- y por ello se la denomina "la reina de las especias".  

El elemento estrella de esta especia de color amarillo brillante es la curcumina, un poderoso fitonutriente con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Ayuda a aliviar los síntomas de la artritis, favorece la digestión y lucha contra el desarrollo del cáncer. Sin embargo, la curcumina se absorbe poco y para potenciar su biodisponibilidad se debe consumir junto a pimienta negra que contiene viperina. Esta sustancia natural mejora su absorción 2.000%. Además, la curcumina es liposoluble, por lo que para que tu cuerpo la absorba mejor, agrega a la cúrcuma una pequeña cantidad de grasa o aceite.

Cúrcuma en una imagen de archivo.
PIXABAY

Apreciada por sus propiedades medicinales y culinarias, tiene una antigüedad de cultivo desde al menos 2.500 años. La cúrcuma (Curcuma longa L.) es una planta de la Familia Zingiberaceae originaria del sudeste asiático. Se cultiva por sus rizomas aromáticos y es mundialmente conocida por su versatilidad en la gastronomía asiática para dar color y un sabor picante suave a los platos. Al igual que el jengibre, los rizomas de cúrcuma se pueden usar frescos, pero a menudo se secan y se venden en polvo para aumentar su vida útil.

Los rizomas frescos deben ser firmes, liso y sin moho. La cúrcuma fresca sin pelar se puede almacenar en el refrigerador hasta por tres semanas, envuelta en una servilleta de papel para mantenerla seca. También puedes congelarla. 

Beneficios de la cúrcuma

Algunos estudios indican que la curcumina también ayuda a aliviar el dolor asociado con la tendinitis y la artritis.

Según una nueva investigación, la cúrcuma ayuda a controlar la presión arterial al relajar los vasos sanguíneos y reduce el riesgo de demencia al prevenir la acumulación de placas amiloides, que disminuyen el suministro de sangre al cerebro.

Las propiedades antioxidantes de la cúrcuma tienen la capacidad de combatir ciertos cánceres. Un estudio señala que la curcumina neutraliza el tamaño y la cantidad de pólipos precancerosos presentes en el colon. Otro estudio indica que la curcumina puede ayudar a detener la proliferación de células cancerosas de mama y pulmón.

En varios estudios han mostrado que puede prevenir la inflamación de bajo nivel que cumple una función fundamental en el desarrollo de enfermedades de corazón, cáncer, síndrome metabólico, Enfermedad de Alzheimer u otras enfermedades degenerativas.

Es un gran regenerador de la célula hepática. Es un gran tónico biliar y protector hepático. Tiene propiedades colagogas y coleréticas que favorecen la secreción de bilis. Mejora la digestión de las grasas.    

Planta de cúrcuma.
Wikimedia Commons

Antes de comenzar con la receta de la sopa, otra receta exprés: agrega cúrcuma fresca, pelada y rallada a un batido de zanahoria, naranja y jengibre para obtener una bebida refrescante con un hermoso color brillante

Receta para cuatro personas

  • Un boniato mediano, cortado en rodajas (aproximadamente dos tazas).
  • Una zanahoria mediana.
  • 300 mililitros de leche de coco sin azúcar o crema de coco.
  • Tres tazas de caldo de verduras; puedes reemplazarlo por especias como Zataar o cualquier otro caldo.
  • 200 gramos de langostinos salteados.
  • Media rama de apio.
  • Dos dientes de ajo en láminas.
  • Jengibre fresco de una pulgada rallado.
  • Un rizoma de cúrcuma rallado.
  • 75 mililitros de aceite de oliva AOVE (es orientativo, al gusto).
  • Un pimiento rojo fresco, sin semillas, en finas rodajas (puedes usar un jalapeño, le da un toque picante).
  • Sal y pimienta a gusto.

Para colocar sobre la sopa:

  • Arilos de media granada, le da un toque dulce muy bueno.
  • Una lima (zumo), le da un toque sabroso.
  • Media taza de cilantro fresco, picado. Indispensable para mejorar la digestión.
  • Un manojo de brócoli mediano sin tallo salteado, es opcional. 
  • También opcional una cucharada de tahin o mantequilla de maní para hacerla más cremosa.

Elaboración

  •  Calentar una olla grande a fuego medio y añadir el aceite. Una vez caliente a una temperatura media, que no llegue a humear, añadir el ajo y los langostinos hasta que estén dorados. Entonces retira los langostinos y resérvalos.
  • Agregar el jengibre, la cúrcuma, la mitad del pimiento y la pimienta a la olla. Añadir también la mitad de los boniatos y las zanahorias. Agrega el cilantro y cocina 15 minutos o hasta que estén blandos a fuego lento.
  • Poco a poco agrega el caldo de verduras. Llevar la sopa a ebullición y cocinar a fuego lento 15-20 minutos o hasta que las verduras estén tiernas al probarlas con un tenedor. Añade entre la mitad y tres cuartos de la sopa a una licuadora o procesador de alimentos y mezcla hasta que esté completamente lisa. Devuelve la sopa a la olla.
  • Añade la leche de coco, removiendo para que se integre todo bien. Agrega el brócoli (opcional), luego el resto del boniato en rodajas junto a las zanahorias y pimiento restante. Cocina hasta que estén tiernos, unos 8-10 minutos.
  • Una vez que el brócoli esté tierno, retíralo del fuego. Se puede colocar en el plato como decoración. 

Sirva la sopa en cuencos. Cúbrelos con los topins que hayas elegido y los langostinos. ¡A comer!

Sopa tailandesa
Andrea Carucci

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