Cuando se mezclan dos pasiones, solo puede salir un impresionante resultado y así lo ha demostrado John Poppleton. El artista combina su amor por la pintura y su conocimiento de la fotografía creando asombrosos paisajes que brillan en la oscuridad.
Poppleton puede dedicar entre 15 minutos y tres horas y media a pintar cada lienzo, desde sábanas africanas veraniegas hasta tormentas de iluminación eléctrica, en las suaves curvas de la forma humana.
Generalmente, las alucinantes imágenes se extienden desde la espalda del modelo, ramificándose en los brazos, piernas, cuello e incluso la cabeza. Su estilo único y el tipo de escenas que elige pintar le han concedido el título de Bob Ross of Black Light Body Painting (el Bob Ross de la pintura corporal con luz negra).
La idea se le ocurrió a Poppleton una mañana de 2010, cuando estaba sentado en la cama de un hotel, siendo fotógrafo profesional en ese momento, "atrapado en la fotografía de bodas y retratos durante más de 20 años".
Esa mañana, su fascinación de toda la vida por las luces negras, el cuerpo humano y el mundo que lo rodeaba "chocó inesperadamente". "Viniendo de un fondo fotográfico, quiero que mis pinturas sean lo más realistas posible en fotografías", dijo el artista a Bored Panda.
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