Cuando se tiene una roca de Marte entre las manos, ¿qué se podría hacer con ella? Para los usuarios de Twitter la respuesta es evidente: chuparla... aunque esto podría ser una manera diferente de analizarla.
Kyle Morgenstein es un estudiante de Astrobiología que está en su primer año de doctorado en la Universidad de Texas y que mostró en sus redes sociales las sorprendentes piedras que tenía en su haber. Con mucho entusiasmo, enseñó una roca con 3.500 años de antigüedad y otra más pequeña proveniente de Marte.
Es algo increíble tener una piedra de otro planeta, por lo que muchos tuiteros estaban asombrados de verla. Sin embargo, alguien dejó caer una idea que fue la perdición del científico: "¿A qué sabe la roca de Marte?".
this rock is 3.5 billion years old. this rock is from Mars. https://t.co/xQiobW2bYT pic.twitter.com/5al56ntccZ
— Kyle 🚀🦈🪐🦖 (@KyleMorgenstein) April 9, 2021
"¡Me niego a contaminarla, ni siquiera la he tocado! Está guardada en una pequeña vitrina de plástico con la temperatura y la humedad controladas la mayor parte del tiempo", respondió Morgenstein.
Su argumento quedó invalidado ante Twitter y solo rondaba una idea en la cabeza de los tuiteros que acudían a su publicación: "Lame la piedra espacial, Kyle". Más y más usuarios comenzaron a obsesionarse con el sabor de la roca y apoyaron la idea de que el estudiante la chupara, llegando algunos mensajes a acumular más de 300.000 likes.
Aunque no tuvieron mucho alcance, también se abrieron páginas en Change.org y GoFundMe donde se consiguieron 163 firmas y 10 dólares, respectivamente, para conseguir que Kyle lamiera la piedra marciana.
Morgenstein comenzó a sumarse a este fenómeno viral y terminó sucumbiendo a las peticiones con un vídeo en el que mostraba en directo a qué sabía la piedra: "Vosotros ganáis. Tenéis tantas ganas de verme lamer esta roca que me lo han gritado en más idiomas que dedos tengo. Voy a lamer la roca de Marte".
fine. https://t.co/lTgISSWgNf pic.twitter.com/AEn1u6A4lN
— Kyle 🚀🦈🪐🦖 (@KyleMorgenstein) April 10, 2021
Tras chuparla y quedarse pensando, el científico simplemente añade: "Mmmm... Le falta sal". Afortunadamente, no parece que le vaya a pasar nada a Kyle por lamerla, pues Mika McKinnon, una geofísica, aseguró en Twitter que esto no era peligroso: "La prueba de sabor es segura pero aburrida".
At 10k I will eat a rock
— Kyle 🚀🦈🪐🦖 (@KyleMorgenstein) April 11, 2021
Ahora incluso ha ido más allá, y parece que ya ha reconocido que es el tuitero oficial de las rocas, pues en su próximo reto quiere ir más allá: "10.000 likes y me como una roca".
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