Una persona con cuernos en la frente y tapones nasales cuenta cómo las familias huyen por la calle al verla
- Jessy Kirkpatrick tiene 26 años y vive en Kansas, EE UU, donde trata de hacer vida normal ante el asombro de la gente con la que se cruza.
- Una familia de EE UU crea el pánico en un aeropuerto de Israel al presentarse con un proyectil sin detonar que querían de recuerdo.
Una persona adicta a la modificación corporal que tiene una cuenta en TikTok ha contado cómo es vivir y relacionarte cuando llevas implantes en el cráneo a modo de cuernos, tapones en la nariz, los lóbulos de las orejas estirados o tatuajes por toda la cara.
Jessy Kirkpatrick, de género no binario, tiene 26 años y vive en Kansas, EE UU, donde hace su vida en lo que define como un "estado muy conservador" y donde su aspecto le causa más de una incomodidad.
Jessy comenzó a alterar su cuerpo por primera vez hace 10 años y desde entonces soporta todo tipo de improperios. "Hay gente que me dice que soy horrible y que pertenezco a un espectáculo de monstruos, los comentarios crueles son habituales", explica.
"He tenido mujeres que se escapan con sus hijos, mujeres que hablan a mis espaldas, hombres que hacen preguntas groseras porque son asquerosos, personas que se ríen de mí en las tiendas, personas que toman fotos sin pedir permiso...", explica sobre su día a día.
A algunos niños sí les gusta, "porque son curiosos" o por el contrario "son groseros o se asustan".
Por lo general es mejor en sus redes sociales, donde encuentra mucho apoyo por parte de gente que es como ella o que aprecia su valentía para ser como quiere ser.
Pero también "están los asquerosos que llenan mi buzón de mensajes con comentarios sexuales y fetiches".