Ni un buen vídeo de gatitos de los que te envía tu cuñado por WhatsApp, te puede llegar a emocionar de la forma en la que lo hace esta pareja de perezosos.

Si creías que se trataba de un animal gracioso, aburrido u holgazán, no seremos nosotros quienes te quitemos esa idea de la mente, pero sí podemos añadirle el adjetivo de "adorable".

Una chica en las playas de Costa Rica encontró una cría de folívoro llorando en la arena. Ante semejante estampa habría que tener un corazón de hielo para no recogerlo, es por ello que la mujer con una toalla lo agarró y se fue en busca de la madre.

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La susodicha se encontraba en una palmera en primera línea de playa disfrutando de las espectaculares vistas de las playas costarricenses. O bueno, mejor dicho, oteando el horizonte en busca de su retoño en las increíbles playas costarricenses. 

De repente, la chica apareció con el pequeño que entre llantos y gimoteos reclamaba a su madre. Esta, "a la velocidad del rayo" (dentro de las limitaciones que su especie presupone), descendió por el tronco en busca de la criatura.

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Finalmente, los adorables perezosos se fundieron en un abrazo que rezumaba amor y felicidad. Los peludos retornaron de nuevo a la naturaleza hincando pezuña en corteza y sufriendo las inclemencias propias de un entorno tropical paradisiaco.