Los seres humanos tienen la facilidad de, con un poco de chapa y pintura y la unión de varias telas, caracterizarse de cualquier persona e incluso de cualquier animal.

Emi, una usuaria de Twitter, ha compartido un vídeo donde se puede ver a un grupo de personas disfrazadas de ovejas e imitando su comportamiento en el campo. 

"El concurso de ovejas humanas en Francia. Este es el festival que necesito ahora mismo", escribe la joven en el tuit que acompaña al vídeo, el cual tiene más de 7 millones de reproducciones. 

En tan solo 13 segundos, se puede ver a varios humanos vestidos con disfraces de ovejas corriendo por lo que parece un redil. Todos se mueven aquí y allá medio encorvados, para imitar el andar de este animal. Incluso una oveja humana se acerca a la cámara mientras hace "Beee, beee", produciendo así el sonido del animal.

El tuit consiguió captar el interés entre los usuarios de la plataforma. Para algunos, algo asombroso y admirable, para otros, algo que les gustaría no haber visto y que les ha llegado a producir vergüenza ajena. 

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La chica que compartió el vídeo especifica que es un concurso, aunque no lo sabe a ciencia cierta. Y gracias a que se ha hecho viral, un usuario aclara su verdadero origen: "No fue reciente. Fue obra de un grupo de danza canadiense en 2017".

Resulta que en aquel año, un vídeo de una manada de humanos disfrazados y actuando como ovejas haciendo sus actividades habituales se volvió viral en Facebook. El video consiguió 11 millones de visitas antes de ser eliminado. 

Se trataba de una actuación de la compañía canadiense de danza Toronto Corpus, conocida por su cómica coreografía imitando los movimientos de este animal. Este tipo de espectáculo se llama Les Moutons y Transhumance.

De hecho, la compañía tiene un canal de YouTube donde comparten los diferentes eventos a los que han acudido para presentar esta idea al público. 

Tanto es así que hasta en cuarentena, el grupo se reunió por Zoom y cada uno de los participantes se puso su traje correspondiente para realizar la danza que tanto les caracteriza, para así amenizar las eternas horas estando encerrados en casa.