Un hombre sale de fiesta durante cuatro meses tras conseguir 68.000 euros en efectivo por el fallo de un cajero automático
- Fiestas, vuelos privados y viajes alrededor del mundo fueron los caprichos prioritarios.
- Una millonaria de 23 años, con 4 mansiones en su propiedad, desvela sus compras más extravagantes.
Un camarero vivió un sueño, por poco tiempo, cuando descubrió un fallo en el sistema de los cajeros automáticos, lo que le permitió hacerse con un millón de euros, el equivalente a 1 millón de dólares australianos (lo que se traduce en unos 68.000 euros).
El hombre, llamado Dan Saunders, cuya historia está siendo llevada al cine, derrochó ingentes cantidades de dinero en vuelos privados y restaurantes de alta gama.
Todo cambió cuando, una noche, el hombre estaba bebiendo en un pueblo a un par de horas de Melbourne y, al salir del bar para comprobar su saldo bancario y extraer efectivo, se vio imposibilitado.
"Transferí 200 dólares de mi cuenta de crédito a mis ahorros, y me dijo 'transacción cancelada' y escupió la tarjeta. Me pareció superextraño, así que decidí intentar sacar 200 dólares de mi cuenta de ahorros solo para ver qué pasaba. Y funcionó", comentó Dan a Vice.
Un par de horas, y copas, más tarde el hombre volvió al cajero: "Había estado pensando en lo extraño que era todo aquello, así que volví a meter la tarjeta y empecé a jugar. Transferí otros 200 dólares y saqué el dinero. Luego 500 dólares, y después 600 dólares, únicamente para ver qué sucedía".
El hombre había descubierto un fallo en el sistema del cajero automático, ya que este se desconectó del banco y de Internet entre la 1 y las 3 de la madrugada. Rápidamente se aprovechó del fallo y retiró cientos, y luego miles de dólares.
Su modus operandi fue el siguiente: "El primer día gasté 2.000 dólares, pero el segundo día transferí 4.000 dólares para asegurarme de que mi saldo no quedara en negativo. La transferencia de la noche se realizaba y se invertía un día después. Pero si te adelantabas a esa reversión haciendo otra, podías engañar al sistema haciéndole creer que tenías millones".
El australiano, gracias a sus triquiñuelas, disfrutó de un lujoso estilo de vida muy por encima de sus posibilidades durante más de cuatro meses, saliendo de fiesta y viajando alrededor del mundo.
Tras una pesadilla que el hombre sufrió, en la que se desenmascaraba todo su engaño y era capturado por la policía, comunicó el error al banco. Le dijeron que estaba "en un gran problema" y que la policía se pondría en contacto con él, pero luego no supo nada durante dos años.
Dan necesitó ayuda de un psiquiatra para tratar la ansiedad y el sentimiento de culpa, y posteriormente aceptó que debía entregarse a la policía, no sin antes compartir su historia en la televisión.
Finalmente, Dan fue condenado a 12 meses de cárcel por cargos de robo y fraude en 2015, y fue liberado con una orden correccional comunitaria de 18 meses.