Un brasileño ha fingido su propia muerte para ver quién lamentaría su fallecimiento. Baltazar Lemos, de 60 años, planificó su funeral e invitó a todos sus amigos para hacer un "experimento".

El hombre, que se encargaba de planificar todo tipo de ceremonias, sentía curiosidad por saber quiénes acudirían realmente a su entierro, por lo que fingió su fallecimiento y lo anunció en redes sociales. Así, el 10 de enero, el hombre publicó en su cuenta una imagen donde se leía: "Al comienzo de esta triste tarde, Baltazar Lemos nos dejó. Pronto más información".

Para hacerlo todo más realista, el planificador de eventos se tomó una fotografía delante del hospital Einstein de Sao Paulo, dando a entender que había sido ingresado allí. Los miembros de la familia, ante el anuncio, quedaron atónitos. Nadie se hubiera imaginado que Baltazar hubiera fallecido, y menos que se encontraba en el hospital. Por ello, uno de sus sobrinos llamó al centro médico donde, obviamente, no había constancia de su ingreso.

Sin mayor explicación, desde la cuenta de Facebook del hombre se publicó la fecha y hora del velatorio y el funeral. Los amigos y familiares acudieron sin pensarlo al lugar. Así, el 18 de enero, sus seres queridos se reunieron en una capilla de su ciudad natal, Curitiba.

En la iglesia, el hombre empezó a narrar su vida, aunque los presentes pensaron que se trataba de una grabación. Al finalizar su historia, el hombre apareció ante ellos. Al contar el porqué de sus acciones, lejos de alegrarse, todos le acusaron de crueldad. Sin embargo, él ha asegurado que no quería hacerle daño a nadie.

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"Tuve la idea hace cinco meses. Quería que pareciera que había muerto de verdad. La gente lo interpretó a su manera. La verdad es que quería saber quién vendría a mi velatorio", ha confesado Lemos. "No se lo dije a nadie, porque esperaba que saliera bien. No tenía intención de herir, ofender o causar ningún daño a nadie. Pido sinceras disculpas a estas personas".