El edredón es una prenda de cama que nos ayuda a mantener el calor durante las noches frías. Sin embargo, también requiere una limpieza periódica para evitar la acumulación de bacterias, ácaros y suciedad que pueden afectar a nuestra salud y al aspecto de nuestra habitación.

Según los expertos, lo ideal es lavar el edredón cada seis meses o, como máximo, una vez al año. Esto dependerá del uso que le demos y de si lo protegemos con una funda o no. La funda actúa como una barrera que evita el contacto directo del edredón con nuestra piel y que se transmita el sudor, las manchas y otros residuos. Por eso, también es muy importante cambiar y lavar la funda del edredón con frecuencia, al menos cada dos semanas.

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Diferencias entre edredones sintéticos y de plumas

Para lavar el edredón en casa, lo primero que debemos hacer es comprobar la etiqueta del fabricante, donde se indican las instrucciones y las precauciones a seguir. También debemos fijarnos en el tipo de relleno del edredón, ya que puede ser de fibras sintéticas o de plumas naturales. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, y requiere un cuidado diferente.

Los edredones de fibras sintéticas son más ligeros, económicos y fáciles de lavar que los de plumas naturales. Sin embargo, estos últimos son más cálidos, transpirables y duraderos. Además, crean una cámara de aire que aísla del frío y conserva el calor corporal. 

Sea cual sea el relleno, los edredones deben lavarse solos, sin introducir más prendas, para garantizar su conservación y una limpieza óptima.

Cómo lavar un edredón sintético

Para lavar un edredón de fibras sintéticas en la lavadora, debemos asegurarnos de que no tenga ningún roto o descosido que pueda hacer que pierda el relleno. También debemos elegir una lavadora con un tambor lo suficientemente grande para que el edredón pueda moverse con facilidad.

Es recomendable utilizar detergente para ropa delicada y seleccionar un programa corto, máximo a 60 grados y a bajas revoluciones. No se debe usar suavizante ni productos con lejía, ya que pueden dañar el tejido o el relleno. Una vez terminado el lavado, sacamos el edredón y lo sacudimos bien para distribuir el relleno de forma uniforme.

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El secado es una parte muy importante del proceso, ya que si no se hace bien el relleno puede apelmazarse o pudrirse. Lo mejor es secar el edredón al aire libre, en un día soleado y sin humedad. Lo extendemos sobre una superficie plana o lo colgamos sin doblarlo. También podemos usar una secadora con un programa suave.

Cómo lavar un edredón de plumas

Para lavar un edredón de plumas naturales en la lavadora, seguimos los mismos pasos que para el de fibras sintéticas, pero con algunas precauciones adicionales. Debemos usar un detergente neutro y un programa frío o como máximo a 30 grados.

El secado también debe ser muy cuidadoso, ya que las plumas tardan más en secarse y pueden producir mal olor si se quedan húmedas. Lo ideal es llevar el edredón a una tintorería profesional, donde cuentan con equipos adecuados para este tipo de prendas pero, si optamos por secarlo en casa, podemos usar una secadora con un programa delicado. También podemos secarlo al aire libre, pero se debe evitar la exposición directa al sol.

En cualquier caso, debemos asegurarnos de que el edredón esté completamente seco antes de guardarlo o usarlo. Para ello, podemos comprobar si hay zonas frías o húmedas al tacto. También podemos olerlo para detectar si hay algún rastro de humedad. Si es así, debemos seguir secándolo hasta que no quede ningún resto de agua.

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Lavar un edredón en casa no es una tarea imposible, pero requiere de tiempo, espacio y cuidado. Lo importante es mantener la funda y el edredón limpios y en buen estado, para disfrutar de un descanso saludable.