Cuando dormimos y tenemos un ciclo regular del descanso, las personas tenemos sueños de manera frecuente, lo que pasa es que solemos olvidarlos, y pasamos a la actividad diaria sin recordar lo que soñamos la noche anterior.
Sin embargo, algunas personas tienen experiencias oníricas que parecen demasiado realistas y, por esta razón, las recuerdan al día siguiente. Estos sueños tan reales se conocen como sueños vívidos.
¿Cómo se producen los sueños vívidos?
La mayoría de sueños vívidos se producen al final de la noche, casi en el despertar, en la frontera de la vigilia. Por esta razón, muchas veces se les llama sueños vívidos matinales.
Mientras dormimos, las ondas cerebrales experimentan cambios que nos alejan o aproximan a la vigilia. Estos ciclos en la actividad cerebral se conocen como fases del sueño y varían en función del momento del descanso en el que nos encontramos. Entrar en fase REM es llegar al último estadio: el momento en el que se producen los sueños más intensos.
En este sentido, los sueños vívidos surgen en los ciclos REM normales por los que pasa el cerebro durante una buena noche de sueño, aunque también es posible experimentar sueños vívidos durante las siestas.
¿Qué causa los sueños vívidos?
La ciencia ha encontrado algunos aspectos que suelen detonar los sueños vívidos. Factores como el estrés, por ejemplo, pueden ayudar a producir este tipo de sueños. Otros detonantes son los siguientes:
Interrupción del sueño
Los sueños vívidos pueden ser el resultado de un sueño fragmentado. Despertarse durante un periodo de sueño REM en lugar de al final de un ciclo de sueño puede hacer que se recuerden los sueños de forma más vívida.
Condiciones médicas
Los sueños vívidos también pueden producirse debido a enfermedades como la narcolepsia, el insomnio e incluso la esquizofrenia.
Consumo de medicamentos
Los sueños vívidos pueden producirse por el consumo de algunos medicamentos antidepresivos, para la presión arterial o para dormir.
Abuso de sustancias
Así como pasa con el consumo de medicamentos, los sueños vívidos también pueden ser causados por un abuso en el consumo de drogas o alcohol.
Ansiedad o estrés
Las personas que padecen ansiedad, depresión, traumas emocionales o trastorno de estrés postraumático, pueden ser propensas a tener sueños vívidos.
Como muchas veces son los factores de estrés los que suelen desatar los sueños vívidos, estos no siempre son experiencias oníricas agradables y en algunas ocasiones pueden afectar nuestra salud mental.
¿Cómo prevenir los sueños vívidos desagradables?
Mejorar la higiene del sueño
Adopta hábitos que promuevan un sueño reparador, como mantener un horario de sueño y una rutina a la hora de acostarse y asegurarse de que la habitación esté tranquila y haya suficiente oscuridad. Esto ayuda a reducir la fragmentación del sueño y disminuye la probabilidad de tener sueños vívidos.
Control de estrés y ansiedad
Hacer ejercicio, contar con una comunidad de apoyo e incluso acudir a terapia para manejar problemas de estrés o ansiedad que permiten, le ayudarán a crear un equilibrio saludable entre la vida laboral y la personal. Esto reducirá la posibilidad de tener sueños vívidos.
Consulte a su médico
Recuerde que el sano ciclo de sueño es fundamental para el desarrollo de su vida. Si descubre que su índice de sueños vívidos está aumentando, lo mejor que puede hacer es ponerse en contacto con su médico. El aumento de sueños vívidos suele ser síntoma secundario de un trastorno del sueño mayor, como narcolepsia o insomnio.
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