El motivo psicológico por el que nos gusta ver películas de terror

Ver películas de terror y que nos mantienen en tensión y suspenso hace que liberemos serotonina y dopamina.
Ver películas de terror y que nos mantienen en tensión y suspenso hace que liberemos serotonina y dopamina.
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Ver películas de terror y que nos mantienen en tensión y suspenso hace que liberemos serotonina y dopamina.

Las películas de terror son un género cinematográfico que provoca emociones intensas en los espectadores, como miedo, ansiedad, angustia o repulsión. Sin embargo, a pesar de estos efectos negativos, muchas personas disfrutan de ver este tipo de películas y buscan activamente experiencias que les generen terror.

Ante una amenaza, muchos animales, incluidos los humanos, tenemos tres opciones: luchar, huir o paralizarnos. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que experimentar miedo hace que segreguemos neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que en su equilibrio nos aportan euforia y concentración. Entonces, ¿qué beneficios psicológicos tiene someterse voluntariamente a una situación que nos puede llegar a causar estrés?

La paradoja del placer por el miedo

Los psicólogos han intentado explicar este fenómeno desde diferentes perspectivas. Una de ellas es la hipótesis de la excitación, que propone que las películas de terror aumentan el nivel de activación fisiológica del organismo, lo que se traduce en una sensación de placer cuando se reduce esa activación al finalizar la película.

Otra perspectiva, y la más habitual, es la del control cognitivo, que sugiere que las películas de terror nos permiten enfrentarnos a nuestros miedos y ansiedades de forma segura y controlada, lo que nos ayuda a desarrollar estrategias de afrontamiento y a aumentar nuestra autoestima y confianza. Sumergirnos emocionalmente en todo lo que experimenta el personaje desde la comodidad de un entorno seguro permite proyectarnos mientras podemos controlar el efecto que nos produce.

Una tercera explicación es para alcanzar una catarsis, es decir, para liberar nuestras tensiones y agresiones reprimidas, lo que se traduce en un alivio y una satisfacción posterior. Al sumergirnos en el miedo controlado, encontramos no solo entretenimiento, sino también una oportunidad para comprender mejor nuestra propia psique.

Hay otras actividades que producen una liberación en el organismo similar a la de ver películas de miedo, como la práctica de los deportes de riesgo. Pero para quienes tenemos vértigo, o no nos resulta tentador un salto tándem en paracaídas, siempre nos quedarán las películas terroríficas que nos permiten enfrentarnos a situaciones de alarma extrema con tan solo sentarnos frente a una pantalla.

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