Los villancicos, las típicas canciones interpretadas durante las navidades, son tal vez una de las tradiciones más universales de esta festividad. No obstante, los orígenes de los villancicos no guardaban relación con la Navidad.
El origen popular de los villancicos
Empecemos por el nombre, la palabra "villancico" tiene su origen en el ámbito popular y, de hecho, deriva de la palabra "villa", que es un término del latín que hace referencia a casa de campo o granja. E inicialmente, estos cánticos no estaban asociados con la Navidad, sino que eran cantos populares que podrían tratar cualquier tema.
De acuerdo con la revista National Geographic, estas rimas se popularizaron durante la Edad Media y el Renacimiento, tanto en España como en Portugal, y sus contenidos trataban temas concernientes a la cotidianidad de los 'villanos'; es decir, a las personas de clase popular que habitaban en las villas medievales.
El contenido de los villancicos se inspiraba en textos de temática rural y no siempre usaban instrumentos para acompañar los cantos; eran como poemas musicalizados. Pero tuvieron gran éxito y por eso pasaron a ser totalmente musicales, convirtiéndose en uno de los principales géneros de la lírica española popular.
Tanto es así, que muchos villancicos renacentistas quedaron recogidos en manuscritos y volúmenes antológicos conocidos como Cancioneros.
National Geographic cita en un artículo a la filóloga Silvia Iriso, quien en su obra El gran libro de los villancicos explica cómo la diversidad temática y su fácil adaptación contribuyó a que estas canciones se hicieran ampliamente populares.
"Prácticamente, cualquier cosa podía ocupar un estribillo: la noticia de la toma de Granada, la nostalgia de la patria…", señala Iriso, aunque agrega que el tema amoroso fue el que dominó este escenario musical a lo largo del siglo XVI.
La autora también cuenta que la iglesia adoptó los villancicos como una forma efectiva de difundir su mensaje, llegando a sustituir incluso letras profanas por sagradas. Y esta práctica llevó a que los villancicos fueran incorporados gradualmente a las liturgias eclesiásticas, obviamente entonando temáticas religiosas.
Los villancicos y la Navidad
La iglesia fue básicamente la encargada de consolidar el vínculo entre los villancicos y la navidad. A medida que pasaba el tiempo, los villancicos se integraron cada vez más en las festividades religiosas, siendo la Navidad la época y la celebración en la que más se popularizaron estas composiciones.
Hubo un tiempo, durante los siglos XVII y XVIII, que los villancicos evolucionaron musicalmente e incorporando coros, solistas e incluso representaciones escénicas, aunque hubo religiosos que rechazaron esta teatralidad "porque distraía a los oyentes de la devoción".
Posteriormente, los villancicos se fusionaron gradualmente con otros géneros musicales, como la tonadilla, y más tarde con la zarzuela. Y así mantuvo su fuerte relación con las clases populares, pero también con la tradición navideña.
Y así, con sus respectivos cambios y modificaciones, los villancicos llegan hasta hoy, adaptándose a su entorno, al idioma y a las diferentes tierras donde son tradición.
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