Un bar crea una tapa que simula dos rayas de "coca" y gana un concurso de pinchos en Valladolid

Una tapa que simula dos rayas de cocaína ha ganado recientemente el concurso de pinchos de Villazgo 2024, que organiza el municipio vallisoletano de Aldeamayor de San Martín. Bajo el sugerente título "Un pollo de coca... cola", este original plato ha levantado todo tipo de opiniones en redes sociales y también ha causado revuelo entre sus vecinos, como apuntan desde la prensa local.

El artífice detrás de esta creación gastronómica es Jonathan Casero, gerente del Mapogo Gastrobar, situado junto a la piscina municipal.

Tanto el nombre como el aspecto de su emplatado no dejan lugar a dudas al evocar la imagen de dos rayas de cocaína junto a un saquito y un billete enrollado.

En realidad, este trampantojo está compuesto por ingredientes como pollo cocinado en Coca-Cola con salsa de bacon ahumado, un canutillo relleno de mermelada de frambuesa y dos líneas de azúcar glas, que tanta polémica han levantado.

Según ha informado el Ayuntamiento de Aldeamayor de San Martín a través de sus redes sociales, el próximo 3 de agosto a las 22.00 h está prevista la celebración del premio en Mapogo Gastrobar, donde se podrá degustar el pincho de la polémica. La fiesta estará amenizada además por un concierto de rock del grupo Stereograce.

Más allá de la polémica, el creador de la tapa ha defendido el trasfondo artístico de su propuesta, que ha conseguido alzarse como la ganadora entre los cuatro establecimientos que se presentaban a este concurso de pinchos.

"Más que cocinero o hostelero me considero artista. Me gusta hacer cosas que calen en la gente, que llamen la atención, y un artista que se precie tiene que hacer algo que cree emociones", ha asegurado Jonathan Casero al periódico El Norte de Castilla.

Respecto a la diversidad de opiniones que ha generado su tapa, Casero ha admitido que también las ha habido dentro de su propia familia: "Unos se partieron de risa y otros, como mi madre, me dijeron que no podía hacer algo así".

Sea como fuere, la tapa ha sido un éxito para este local, sostiene. "Todo el mundo que lo ha probado está encantado. Habrá gente que le moleste, pero a los que vienen les hace gracia pedir un pincho de un 'pollo' de coca. La gente se ríe, lo sube a sus redes y al final el objetivo está logrado, que es llamar la atención y hacer algo que esté bueno", concluye el cocinero.