Una de las grandes pesadillas es que se dé por muerta a una persona que está viva. Antes de enterrar a alguien es muy importante hacer pruebas que demuestren que, efectivamente, ha fallecido. Aunque, en el caso de una mujer de 74 años, nadie pareció cerciorarse de la noticia. 

Todo ocurrió en Nebraska, EEUU, en el tanatorio Butherus-Maser & Love. La mujer se encontraba viviendo en una residencia de ancianos, en la zona de cuidados paliativos. Por ello, cuando declararon que la mujer había fallecido, fue trasladada a la funeraria. Sin embargo, al llegar, los trabajadores se dieron cuenta de que aún respiraba. 

Al darse cuenta, rápidamente llevada a un hospital cercano donde, finalmente, falleció por la tarde. Lo más llamativo es que, de acuerdo a las declaraciones de Sheriff, los cuidadores no han infringido ninguna ley. Y es que, de hecho, es "común" que en este tipo de casos las residencias no hacen llamamientos al departamento si los fallecidos estaban en paliativos. 

"Estoy seguro de que la residencia de ancianos y todo el mundo va a investigar lo ocurrido. También miraremos si se hay que hacer nuevos protocolos o si se siguieron todos", ha declarado el oficial en la rueda de prensa que han concedido sobre los hechos. Por el momento, se han centrado en la investigación del caso. 

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Lo más llamativo es que no es la primera vez que ocurren casos parecidos a este. Prueba de ello ocurrió en Nueva York el año pasado o en Iowa, varios ancianos fueron dados por muertos de manera prematura. En el segundo caso, la residencia sí que fue multada por cometer el error con 100.000 dólares, que al cambio son 93.144 euros.