Ser piloto no es un trabajo sencillo, por ello es necesario un gran entrenamiento y mantener la calma en todo momento. Y es que, surcando el cielo, se pueden vivir todo tipo de experiencias. Prueba de ello ha sido el vídeo que ha compartido a través de redes sociales la piloto neerlandesa Narine Melkumjan.
"Hace un par de años, durante mi segundo vuelo de entrenamiento acrobático del día. Era verano y hacía mucho calor. La campana del Extra 330LX que pilotaba se abrió en vuelo y se hizo añicos", ha comenzado a explicar a través de su perfil de Instagram. Como se puede ver en el vídeo, la mujer se montó en el avión sin revisar a conciencia el dispositivo, y ese fue su gran error: "Fue un reto de lo más complicado".
"El pasador de bloqueo de la campana nunca había llegado a la posición de bloqueo, y no me di cuenta durante mis comprobaciones", ha asegurado, "también cometí el error de ir al campo de entrenamiento justo después de recuperarme de COVID, sin dar a mi cuerpo tiempo suficiente para recuperarse. Además, volar sin protección ocular hizo que el vuelo fuera aún más difícil de lo que ya era".
Así comenzó la angustiosa experiencia. Entre los problemas de salud, la compuerta del avión salió despedida, provocando todo tipo de problemas para mantenerse en el aire: "Probablemente, lo más difícil fue mantener la potencia, cambiando así mi visión y respiración por energía cinética". De hecho, como así ha asegurado, lo único que podía oír era a su entrenador diciéndole: "Sigue volando".
Ahora, tiempo después, ha quiero compartir su experiencia para poder ayudar a otros compañeros de trabajo: "Si eres un piloto y estás viendo esto, espero que mi historia te sirva de advertencia y que aprendas de mi error".
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