Gonzoo

La misteriosa desaparición de los calcetines en la lavadora tiene una explicación... ¡científica!

Imagen de unos calcetines tendidos.
GTRES

¿A quién no le ha pasado? Pantalones, camisetas, camisas, interiores... Has hecho la colada, pero, cuando te dispones a sacarla, está todo menos algún calcetín, que no cuadra con su par.

En efecto, es ya una constante en nuestras vidas que esta prenda se pierda cada vez que se echa a lavar y la ciencia ha aclarado por qué.

Según un estudio, existe una fórmula matemática para predecir la probabilidad de que desaparezca que nada tiene que ver con errores mecánicos del aparato (en realidad sí existe la posibilidad de que una lavadora se trague algún que otro calcetín, pero no al mismo ritmo que la misteriosa y constante desaparición de estas prendas).

Así, según este estudio realizado por Samsung, los británicos pierden un promedio de 1,3 calcetines por mes, o 15 por año. Eso hacía un total de 84 millones de calcetines abandonados cada mes en el Reino Unido.

Los principales factores de la pérdida de los calcetines son varios, como la complejidad de la carga, la forma en la que se dividen los lotes y la cantidad de calcetines que se introducen.

Pero, además, la desaparición de los calcetines es el resultado de un sesgo cognitivo -"cosas que dan la ilusión de que ocurren, pero en realidad no pasan", en palabras del estudio-.

Igualmente, existen claves psicológicas que contribuyen a perder calcetines en el lavado.

Una de ellas es la difusión de responsabilidad. "Estas son cosas que dan la ilusión de que ocurren, pero en realidad no pasan. Como ejemplo, encontramos una correlación entre las desapariciones de los calcetines y el tamaño de una familia. Cuanta más gente haya en el hogar, mayor será la difusión de la responsabilidad. Alguien encargado de encender la lavadora esperará que otra persona la descargue correctamente, así que si notan que falta un calcetín, pueden asumir que otro miembro de la familia lo encontrará", explica el estudio.

Otra es la conciencia visual. "Las personas tienden a mirar solo en los lugares más obvios antes de rendirse. La mejor manera de encontrar un calcetín sería entregar las cosas sistemáticamente, pero no lo hacemos. Somos débiles. En lugar de mirar detrás de los radiadores o debajo de las camas, aceptamos el calcetín restante como una entidad singular, experimentamos un breve proceso de aflicción y continuamos con nuestras vidas".

Ver la tarea doméstica de lavar la ropa como una actividad placentera o no como un deber es otra de las claves. "Las personas que tenían una actitud positiva sobre todo el proceso, a quienes les gustaba hacerlo, en realidad tenían menos calcetines perdidos. Simplemente prestaron más atención a los detalles", asegura el estudio.

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