Tan solo cinco pasos separan el control de enfermería del cristal tras el que se encuentra aislado un paciente con coronavirus. Esos cinco pasos lo son todo, marcan la diferencia entre dos mundos.
Jorge ParísEsta historia comienza ahí, en las UCI del hospital Ramón y Cajal, donde la vida trata de inclinar la balanza. Guantes, gorro y doble mascarilla. Todo listo, toca entrar.
Jorge ParísPiel con piel para hacer frente a la radiación de una radiografía. No hay miedos, no hay dudas. Todos a una para vencer a la pandemia.
Jorge ParísCasco al suelo. Guantes a la papelera. Gafas al cubo de la derecha. Desinfectante en las manos, lejía en los pies... El ‘baile’ está bien aprendido tras 50 días de práctica.
Jorge ParísDe 20 camas disponibles en esta UCI, tres están libres. Hace semanas ni soñaban con eso. «Hemos llegado a tener 15 ingresos en un día, 12 del día siguiente...».
Jorge ParísPara hacer frente al «tsunami», el hospital tuvo que transformarse: pasó en 10 días de tener 36 camas a 110. Hasta los quirófanos se reciclaron. «Antes era una cuestión de cantidad, ahora es de calidad».
Jorge París«Lo que aparentemente marca la diferencia entre la vida y la muerte es la respuesta que tiene del organismo. La falta de inmunidad», nos cuenta David Pestaña, jefe de Críticos Quirúrgicos del hospital.
Jorge ParísDetrás de cada cifra hay un nombre, unos ojos que luchan por no cerrarse. Los datos duelen, pero los profesionales intentan rebajar la alarma.
Jorge ParísEl mayor logro de la unidad fue conseguir extubar a un paciente de 78 años. De momento, el de más edad. «Se ha dicho que los mayores de 60, 65 años no entran. Es mentira».–Pero cribado ha habido. –«Cribado hay siempre».
Jorge ParísAlgunos pacientes se encuentran bocabajo, en prono. El objetivo es que respire mejor. «Se les mueve por ciclos de 24, 36 o 48 horas, más no» ,explica Borja Hinojal, médico de Anestesiología y Reanimación.
Jorge París«Al principio sí que era un miedo bastante extendido, ahora los equipos de protección han mejorado muchísimo, hay una mayor tranquilidad», nos cuentan.
Jorge ParísLo más chocante para todos fue ver cómo se apagaban los pacientes de menor edad. «Todos nos han dolido», añade el doctor Hinojal, «pero los jóvenes nos han llegado un poquito más».
Jorge ParísNuria empieza a quitarse el equipo de protección. Lo primero que hace es desinfectarse. Lo segundo, beber, beber mucho. «Con el traje te deshidratas mucho».
Jorge ParísTodos los profesionales coinciden en lo mismo: la crueldad del virus no ataca al cuerpo, ataca a la soledad. La enfermedad se pasa solo, sin manos amigas que calmen el miedo.
Jorge ParísEl comité de humanización del hospital es el responsable de que los pacientes puedan hacer videollamadas a casa a través de tablets. El comité ha existido siempre, pero ahora cobra una especial notoriedad.
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