La asociación suele tener bajo su cargo unos 60 perros y 50 gatos de media, lo que quiere decir que necesitan mucho apoyo tanto de voluntarios, como económico. "Nos mantenemos gracias a las cuotas y donaciones de nuestros socios y padrinos, tanto de España como de nuestros hermanos de Alemania", cuenta José, uno de los portavoces de la protectora.
PROAOtra de las formas que tiene la asociación de conseguir ingresos es participando en eventos como el Salón de la Adopción, organizado por la Comunidad de Madrid, y con sus propios mercadillos en el albergue. "Realizamos tres al año, unos días de puertas abiertas para que la gente nos conozca y para recaudar dinero y otras necesidades como piensos", expresa el portavoz. "El próximo se celebra el 1 y 2 de Octubre y para asistir hay que ponerse en contacto con eventos@proaweb.org".
PROA"Hay veces que es un bucle sin fin, porque el perro o gato que es tímido y ha convertido su timidez en miedo, no se deja ver en una visita y no se acerca a esa persona nueva que llega al albergue", expresa el portavoz. "La gente no suele querer complicarse la vida con un animal tímido porque requiere un trabajo que con otros animales no lo va a necesitar. A estos animales son a los que más cuesta encontrarles un hogar".
PROAEn cuanto al proceso de adopción, si alguien está interesado en darle un hogar a alguno de los peludos de PROA, lo primero es contactar a la asociación a través de su correo (en su web oficial) y concertar una cita donde se realiza una pequeña entrevista y se asesora a la persona sobre el animal adecuado. Si todo está bien, se intenta crear un vínculo entre ellos antes de marcharse a su hogar definitivo. "Si después de un periodo prudente de acogida todo cuadra, se pasa a formalizar la adopción. Es un camino que no todo el mundo está dispuesto a recorrer pero que es necesario para que todo salga bien", concluye el portavoz.
PROAEl portavoz asegura que, aunque todos los animales necesitan ayuda "los mayores, aquellos que tienen alguna enfermedad y, en el caso de los perros, los que son de mayor tamaño, son los que lo tienen más complicado". "También solemos priorizar nuestras difusiones a los que llevan varios años en el albergue sin encontrar un hogar, a los que llamamos 'invisibles'", detalla José.
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