Dámaris adoptó a Chop, un cruce de Rottweiler saltarín y juguetón, según aclara su compañera, al que adoptaron en una protectora. "A menudo la gente tiende a resultar reacia al adoptar perros adultos y sobre todo PPP (perros potencialmente peligrosos)", afirma. "Adoptar a Chop fue todo un acierto". Para Dámaris, adoptar a un perro adulto es "adoptar a un perro que te necesita, del que fácilmente se puede saber su carácter, tamaño, entre otros aspectos que se desvelan con la edad". "En cuanto a las siglas PPP, no podrían estar mejor expresadas: perro potencialmente perfecto", concluye.
KIWOKOEl uno de julio de 2021 fue un día muy importante para Mayra. No solo fue su primer día trabajando para Kiwoko, si no que también conoció a Yardelis, una gatita blanca y negra que, según afirma Mayra "la enamoró a primera vista". Mayra enfermó de Covid y tuvo que ser hospitalizada en el Zendal durante un mes, lo que resultó un enorme bache en el proceso de adopción. Cuando salió del hospital estaba segura de que Yardelis estaría adoptada pero, para su sorpresa, al reincorporarse descubrió que la gatita de ojos grandes y verdosos aún seguía allí. "Fue cosa del destino", afirma.
KIWOKOTyrion, la pogona citrus de Guille, fue encontrada abandonada en una caja. Varios compañeros de Kiwoko se pusieron de acuerdo en reunir todo lo necesario para su cuidado y, poco después, Guille decidió adoptarlo. Tyrion se encontraba en muy malas condiciones", asegura Guille. "A las pocas semanas de la adopción, su piel fue poco a poco cambiando hasta llegar al día de hoy, en el que luce un aspecto espectacular. "Tyrion es una mascota muy cariñosa, a su manera", añade Guille. "Le encanta acurrucarse con nosotros en el sofá y curiosear nuestros móviles".
KIWOKOMari Carmen adoptó a Thor cuando solo tenía dos meses y se encontrara en la tienda Kiwoko de Parque Oeste, junto con sus hermanos, tras quedar prendada de él desde que le vio, según cuenta. Fue el dos de febrero de 2020 el día que, oficialmente, Thor entró a formar parte de la familia de Mari Carmen. "Es un perro fuerte y juguetón, al que le encanta correr, pasear, estar junto a su nueva familia y, sobre todo, pedir mimos a todas horas", según afirma su nueva familia. "Nos recuerda todos los días la importancia de cuidarnos y darnos amor entre nosotros".
KIWOKODeku llegó a las instalaciones de la clínica Kivet de Camino Real, junto a sus hermanos, tras haber sido abandonados. La conexión de J. Manuel y Deku fue instantánea y, con el paso de los días, fue ganándose un hueco en el corazón de su nueva familia. Ésta decidió adoptarlo y ahora comparte felizmente hogar con sus hermanas gatunas Klee y Kimchi; así como Pitufo, su compañero perruno. Deku es ahora uno más de la manada.
KIWOKOMaría adoptó a Niza en una protectora. "Los primeros meses de llegada a su nuevo hogar fueron algo complicados", afirma. Niza tenía muchos miedos y le costaba gestionar su ansiedad, por eso María decidió pedir ayuda a un profesión y "¡fue todo un éxito!". La perra aprendió mucho y, sobre todo, pudo descubrir su pasión por el deporte y el Agility. "¡Ahora somos todos una familia de deportistas!", declara María. Niza ahora es una perrita feliz, cada día más tranquila y segura. Además, tiene la suerte de acompañar al trabajo todos los días a la oficina de María. "Es una compañera diez", concluye.
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