Para entender mejor qué nos quieren decir nuestros gatos hay que conocer su lenguaje corporal y el significado del mismo. Entendiendo estas señales básicas, podemos tener una mejor relación con ellos, comunicándonos de una forma más adecuada, sin provocarles ningún tipo de estrés ni creando enfrentamientos innecesarios. Lee más.
La morfología física de un gato se nos antoja casi universal y, si acaso, podemos visualizarlo con pelo largo o semilargo en lugar de pelo corto, pero poco más.
Pero en realidad, en el mundo felino también existen diferentes tipos de cuerpos. Más información.
El sobrepeso, al igual que a las personas, también afecta a nuestros perros, gatos y otras mascotas. De hecho, según datos compartidos por la Real Sociedad Canina de España (RSCE) entre el 30 y el 60 por ciento de los perros se ven afectados por este problema. Es muy importante que sepamos identificar a rápido si nuestro compañero de cuatro patas padece esta enfermedad, ya que cuánto antes la tratemos, más fácil será recuperar el peso ideal y saludable.
Algo que hay que tener en cuenta cuando escogemos un animal es el sexo del mismo, ya que en casi todas las especies existen cambios de comportamiento entre machos y hembras. De hecho, en muchas ocasiones obviamos el celo, algo importantísimo si tenemos una hembra de perro o gato en casa. Antes de elegir tener una hembra en casa, tenemos que conocer cómo es su ciclo sexual y cómo le afecta el celo en su comportamiento.
Los gatos tienen también sus preferencias en cuanto a qué zonas de su cuerpo podemos tocar y cuáles no. Obviamente, cada individuo es diferente pero, por regla general, hay algunas zonas que prácticamente todos los gatos querrán que les acaricies y otras que estarán completamente prohibidas. Más información.
De la misma forma que impacta en el cráneo de un perro, la braquicefalia deforma la figura natural del cráneo del gato, según la raza, de manera más o menos extrema. El problema de la braquicefalia no es algo nuevo, lleva siendo un tema de debate desde hace años en el que los veterinarios parecen estar de acuerdo en que la búsqueda de una determinada estética causada por el hombre no debería primar sobre la salud de los animales. Lee más.
Los perros y los gatos domésticos pueden tener parásitos externos, como son los ácaros, las pulgas y las garrapatas, y también pueden infestarse de parásitos internos, como las lombrices o las tenias. Estos parásitos de perros y gatos son zoonóticos, es decir, que también pueden transmitirse a las personas, por lo que es muy importante prevenir y proteger. Más información.
Para terminar, un recordatorio: tener un animal son seis compromisos para toda la vida. Seis, como mínimo.