Una de las formas más rápidas por las cuales podemos saber si nuestro loro está acalorado es a través del tacto. "Si tocamos las plantas de sus patas o el pico, las notaremos más calientes de lo habitual", expresa Valls. "Su forma de transferir el calor pasa por las patas y el pico, ya que no disponen de mecanismos como la sudoración, por lo tanto, a través de estas extremidades y también con el jadeo, expulsan el calor de su cuerpo".
AVETROPICOtro síntoma que debe alertarnos es un jadeo constante y fuerte o la dificultad al respirar. "Tendrán la lengua un poco fuera y esto es una señal inequívoca de que su temperatura es mayor de lo normal y, aunque puede no llegar a ser peligroso, debemos ponerle remedio por si sí lo fuera", asegura el experto en psitácidas.
AVETROPICOtra forma de identificar que nuestro loro está pasando calor es por su postura corporal, según cuenta Valls: "Suelen mostrar las plumas más erizadas, como más separadas del cuerpo, para que se transfiera el calor del interior al exterior. Para ello, separan las alas un poquito de su torso, las ahuecan, sin llegar a abrirlas".
AVETROPICSi nuestro loro tiene calor, "lo primero que debemos hacer es trasladarles a un lugar más fresco de la casa, ya que es probable que se encuentren en un espacio donde haga mucho calor, o bien por los rayos del sol, que les incida directamente, o porque simplemente la temperatura es alta", recomienda Valls.
AVETROPICSi nuestro loro sigue teniendo calor, el experto en psitádicas recomienda "humedecer una toalla y colocar al animal encima, para que repose sus patas encima de la superficie mojada". "También sirve si nos mojamos las manos y se las humedecemos nosotros directamente, e incluso humedecerles la zona de debajo de las alas, donde tienen menos densidad de plumas", agrega.
AVETROPICNo obstante, debemos tener cuidado de no pasarnos a la hora de "enfriar" a nuestros loros y hacerlo demasiado rápido o de forma extrema. "No debemos meterles bajo el grifo o usar agua demasiado fría, ya que podría provocar un cambio de temperatura tan repentino que les provocaría un shock", añade Valls. "Utilizando agua del tiempo y haciéndolo de forma gradual deberíamos poder ayudarles".
En cualquier caso, si notamos que nuestro loro está muy acalorado, jadea con mucha intensidad o, simplemente dudamos de la gravedad de su estado, "podemos ir refrescándoles de camino al veterinario, donde podremos asegurarnos de que todo esté bien", concluye el experto.