Aunque es cierto que la mayoría de los nuevos casos de párkinson se dan en personas de más de 65 años (el 70%), esta enfermedad se puede iniciar a cualquier edad. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 15% de los 10.000 nuevos casos que se diagnostican cada caño se presentan en personas de menos de 50 años.
PixabayAunque es el síntoma que más se identifica con la enfermedad, el temblor es solo uno de los síntomas del párkinson -junto con otros como rigidez, lentitud o los trastornos cognitivos- y no se presenta siempre. Se calcula, de hecho, que entre el 30 y el 40% de los pacientes ni siquiera los sufren. Tampoco es el más incapacitante, pues los son todavía más la lentitud o la inestabilidad en el movimiento.
iStockAunque se le clasifique dentro de ellos, es mucho más que un trastorno de movimiento, pues afecta al cerebro en general. De hecho, son muchos los síntomas que no se ven, como los trastornos del estado de ánimo (depresión, apatía…), el deterioro cognitivo, los trastornos del sueño, el estreñimiento o la pérdida de olfato. Como explica El Dr. Javier Pagonabarraga, coordinador del Grupo de los Trastornos del Movimiento de la SEN, "empieza afectando a circuitos que regulan la movilidad y el estado de ánimo, y según se va extendiendo por el cerebro, a las áreas cerebrales implicadas en funciones cognitivas superiores".
EPLas causas que provocan el párkinson son todavía un misterio para la ciencia, pero algo que sí se conoce es que en la inmensa mayoría de los casos no es un trastorno hereditario, pues solo el 10-15% de los pacientes conocen a algún familiar con la enfermedad y, hasta la fecha, solo se han encontrado factores genéticos en el 5% de los casos. Se cree que su aparición surge por una combinación de factores de riesgo genéticos y ambientales, es decir, como advierten desde SEN, "una combinación de factores ambientales en personas genéticamente predispuestas", pero falta mucha evidencia al respecto.
SERVIMEDIAEste mito no solo es falso, sino que supone un peligro para la salud publica, pues el tabaco es el principal factor de riesgo para múltiples enfermedades, sobre todo cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Aunque hace unos años se llegó a publicar un estudio que aseguraba que fumar reducía el riesgo y mejoraba los síntomas, no es concluyente, y, si lo fuera, nada justificaría empezar a fumar para prevenir párkinson cuando sí se sabe a ciencia cierta que provoca otras enfermedades.
Getty ImagesA día de hoy, no existe nada que cure el párkinson. Lo que sí es cierto es que hay cada vez más fármacos y diferentes terapias que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes y retardar su evolución. Una de esas terapias es la cirugía que coloca un implante que provoca una estimulación cerebral profunda. Esta operación, indicada solo en algunos casos, mejorar mucho los síntomas y ayuda a reducir significativamente la medicación, pero no es una cura.
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