Los casos de ictus están en aumento, y también la supervivencia de los pacientes, por es cada vez más común ver a personas con daño cerebral a causa del ictus. De hecho, según datos del INE de 2022, el 80% de las personas con daño cerebral adquirido (DCA) en España lo tienen por esta causa. Sin embargo, también puede haber otras, como los traumatismos craneoencefálicos (un 16%), los tumores cerebrales, anoxias (falta de oxígeno) o infecciones, como herpes o meningitis.
STOCKDEVIL/ ICTUSSí y no… Por un lado, es cierto que las lesiones del cerebro no se recuperan, es decir, las células del cerebro que han muerto debido a la lesión no se recuperan y las regiones del cerebro afectadas sí lo están para siempre y no pueden recuperar la función que tenían antes. Sin embargo, el cerebro, que es plástico, puede ‘trasladar’ las funciones que realizaba la zona del cerebro dañada a otras zonas sanas y recuperar, gracias a la rehabilitación, algunas de las funciones perdidas.
iStockEs cierto que cuanto antes de inicie la rehabilitación más funciones se podrán recuperar, y cuanto más tarde empecemos, menos. Sin embargo, hasta los dos años es posible recuperar bastante y los expertos recomiendan que no se deje nunca porque, aunque sea con menos intensidad y más lentamente, pueden seguir recuperándose funciones a lo largo de toda la vida si no se abandona la rehabilitación..
Getty ImagesAunque el daño motor pueda ser el más visible, dado que las secuelas que puede dejar el daño cerebral son muy distintas en función del área del cerebro dañada, la rehabilitación tiene que venir de la mano de un equipo multidisciplinar formado por un médico rehabilitador, fisioterapeutas, logopedas, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales... y un largo etcétera.
En España, hay 435.000 personas con daño cerebral adquirido y, aunque todas tienen secuelas en mayor o menos medida, no todas ellas conllevan necesariamente una discapacidad. De hecho, según datos de la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), menos de la mitad, 194.054, tienen un grado de discapacidad reconocido en nuestro país: 34.833 entre el 33 y el 44%; 26.164 personas entre el 45 y el 63%, 49.362 entre el 64 y el 74% y 83.695, más de un 75 %. Lo que es cierto es que, según estos datos, cuando produce discapacidad es muy probable que el grado se elevado.
Maskot/GETTYDepende de la lesión que tengan, de la gravedad de esta y del trabajo que realizaban antes. En función de eso, podrán seguir trabajando o no, o seguir o no en el trabajo que tenían antes de la lesión. De hecho, ese es precisamente el objetivo de la rehabilitación, que sean autónomos y que, siempre que sea posible, se reincorporen al mercado laboral. Es más, según datos de FEDACE, es el aspecto de su vida en el que menos observan los propios afectados que repercute. Así, mientras que el 58% cree que el daño cerebral ha afectado a su vida laboral, el 60% cree que ha afectado a sus relaciones, el 68% a su ocio, el 69% a su bienestar emocional y el 74% a su estado de salud físico.
FEDACELas secuelas que deja el daño cerebral no siempre se ven. De hecho, las secuelas físicas son solo una pequeña parte de las que se pueden producir, que se clasifican en seis grandes áreas: el nivel de alerta, el control motor, la recepción de información, la comunicación, la cognición, las emociones, y actividades de la vida diaria. Así, podemos ver a una persona con daño cerebral adquirido que hable y ande perfectamente, pero que tengan problemas de salud mental, cognitivos, de orientación, de memoria, etc.
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