Considerado el mejor tenista de los 90 (y, para muchos, de la historia), sus ganas de crecer en la cancha y una timidez que ahora levantaría mucha polémica acabaron por agriarle el carácter. Enfrente se encontró con André Agassi, cuya visión de su rivalidad dejó plasmada en 'Open', su autobiografía. Sampras no sale muy bien parado.
AGENCIAS /ARCHIVOGanar, cueste lo que cueste. Boris Becker mostró una agresividad pocas veces vista antes en el tenis durante su etapa profesional, algo que le ha perseguido toda su vida. Llegó a ser entrenador de Djokovic durante tres años, pero sus caracteres chocaron hasta que el serbio prescindió de él.
EFEQuienes compartieron equipo con Schumacher sabían que él era el jefe, y los demás, sus subordinados. Un estatus que desde la dirección de Ferrari se encargaron de fomentar, algo que no gustó a ninguno de sus compañeros en Maranello. Irvine, Barrichello o Massa sufrieron al 'kaiser' y tuvieron que soportar sus malas formas, en pista y fuera de ellas.
ARCHIVOEl tricampeón del mundo de Fórmula 1 nunca fue conocido por su amabilidad, que la tenía, y su sentido del humor, del que hacía gala en privado. Sus compañeros le padecieron, con tácticas incluso un tanto despóticas. El mismísimo Alain Prost lo sufrió en 1984, cuando le acabó ganando por sólo medio punto. Su capacidad para romper mentalmente a sus rivales y a sus compañeros le granjearon muchas antipatías.
Dave Acree / EFELiderazgo puro en el vestuario madridista y gran artífice de las Champions del Madrid cuando su juego no acompañaba. Esa ambición hacía que muchas veces cruzara la línea con sus compañeros y en ocasiones se le vio reprochando a más de uno por no tomar la decisión que él consideraba correcta.
EFEPese a que el argentino no es de los que más busca llamar la atención, lo hace. Además, en sus años como líder del Barça han trascendido ciertos desencuentros con futbolistas, como puede ser con Griezmann. Esa actitud de Messi se demuestra en la confianza del '10' en ciertos compañeros, como Luis Suárez o Busquets, sus opciones número uno al soltar el balón.
EFELa actitud ganadora de Bryant hizo que hasta se acuñase un término para describirla: 'Mamba mentality'. Esa ambición por ganar a costa de todo y de todos la heredó del gran 'tirano' del deporte: Michael Jordan.
Paul Buck / EFEEl italiano se mantiene aún en activo a sus 40 años, aunque lleva una década sin ganar un título. Aún así suma nueve entorchados lo que le convierte en una de las grandes leyendas del motociclismo. Marc Márquez, eso sí, amenaza su reinado.
EFEEl jugador de la NBA más dominante de la última década también se ha ganado a pulso todos sus éxitos y dejando también a algún compañero por el camino si hacía falta. Icónica es la imagen en la que le reclama a su compañero J.R. Smith una jugada que le costó el primer partido de las finales de la NBA en 2018.
EFECon los años confirmó que había hecho trampas, pero en su momento álgido, Lance Armstrong era el comandante en jefe. Sus formas despóticas le llevaron a enemistarse con otros 'gallitos' que compartieron filas con él, como Alberto Contador, o Tyler Hamilton, que se vengó de él escribiendo un libro demoledor en el que contaba sus hábitos dopantes.
OLIVER MULTHAUP / EFELa gran dominadora del tenis femenino también ha tenido un carácter bastante fuerte. De hecho, uno de sus episodios más fuertes fue el enfado con un juez de silla a la que amenazó en el US Open de 2009... y por la que tuvo que pagar 10.000 dólares de multa (la más cara hasta entonces).
EFEEl carácter introvertido de Michael Phelps y sus problemas de depresión le convirtieron en alguien arisco y difícil de llevar. Sus éxitos deportivos taparon lo que fue un claro caso de abuso sobre sus compañeros. En este caso, ha sido él mismo quien lo ha confesado: "Yo era igual de imbécil con mis compañeros que Jordan. Quería ayudar a todos a asegurarse de que tenían las mismas posibilidades que yo de ganar".
GTRESONLINEAlgunos ídolos vuelan tan cerca del sol que acaban convirtiéndose en el legendario Ícaro. Es lo que le ocurrió a Tiger Woods: de ser una de las personas más idolatradas de Estados Unidos pasó a convertirse en un ser tiránico con sus 'caddies' y ayudantes. Sus adicciones y problemas con el alcohol le hundieron, aunque ahora está en pleno proceso de resurrección.
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