La extensa selva ocupa más de 5.000 kilómetros y al recorrerla, los inmigrantes tienen que atravesar ríos, barrancos, cascadas y numerosas pendientes durante varios días.
Médicos sin FronterasDe todos los que cruzan, las organizaciones calculan que un gran porcentaje son niños. Muchos de ellos son también víctimas de secuestros y abusos por parte de los grupos que controlan la selva.
Médicos sin FronterasEl Acandi o el Tuquesa son algunos de los ríos que hay que atravesar durante la ruta. Gran parte de las personas que lo hacen no saben nadar y son arrastradas por la corriente.
Médicos sin FronterasLos grupos tardan varios días en cruzar la selva. Caminan durante más de 12 horas al día, y atraviesan además varios barrancos.
Médicos sin FronterasTras salir del Darién, los inmigrantes cruzan en barcas hasta los campamentos de inmigración, lugar en el que son atendidos por las organizaciones humanitarias.
Médicos sin FronterasUn padre junto a su hija llegan a la estación de inmigrantes de las Lajas, en Panamá, tras haber cruzado la selva.
Médicos sin FronterasEl hambre y la sed durante la travesía forman parte de los principales problemas a los que se enfrentan. La gran mayoría llegan a los campamentos totalmente exhaustos y sin haber comido en días.
Médicos sin FronterasLas organizaciones humanitarias ayudan a los miles de inmigrantes a la salida del territorio. En el último año, Médicos sin Fronteras ha atendido en esta zona más de 56.000 casos por problemas físicos.
Médicos sin FronterasTras salir de la selva, los inmigrantes se ven obligados a seguir durmiendo en el suelo en las tiendas de campaña que establecen las autoridades y las organizaciones. Luego continúan su camino hacia Estados Unidos.
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