Una simple puerta separa el resto del hospital Ramón y Cajal de la UCI. La entrada de cada paciente nuevo era un duro golpe para los sanitarios, pero la salida era celebrada como un triunfo colectivo.
JORGE PARÍSA pesar de la bajada de la presión hospitalaria, la tasa de mortalidad ha alcanzado cifras impensables con la variante Ómicron. Durante el mes de febrero, la ola ha provocado centenares de fallecidos diarios en España.
JORGE PARÍSPoco o nada tiene que ver esta unidad hospitalaria con la situación de la primera ola. David Pestaña, jefe de Anestesiología y Reanimación, señaló que "el hospital ha cambiado, ya no es un hospital de guerra".
JORGE PARÍSRaúl de Pablo, jefe de la unidad de cuidados intensivos, explicó que la mortalidad ha bajado en estos dos últimos años. La mitad de los pacientes ingresados no están vacunados, mientras que el resto suele presentar patologías previas.
JORGE PARÍS"Lo que hemos vivido ha dejado heridas, cicatrices emocionales", advirtió Marta, una auxiliar que vivió la primera ola de la pandemia.
JORGE PARÍSLos sanitarios han abandonado las viejas costumbres en los procedimientos covid. El ritual EPI ha perdido pasos puesto que ahora se conoce que el virus no se contagia por contacto.
JORGE PARÍSTres sanitarias atendiendo a un paciente en la UCI del Ramón y Cajal. Solo hay cinco ingresados por covid en una unidad de 24 camas.
JORGE PARÍSTres sanitarios manteniendo una conversación en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Ramón y Cajal.
JORGE PARÍSLas camas ahora están cubiertas por pacientes que, a pesar de dar positivo en coronavirus, no presentan riesgo por esta enfermedad. La supervisora de enfermería recalcó que "ya no vienen todos con neumonías bilaterales".
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