Desde este lado del mar

Una historia positiva en medio de la crisis

Walterdef

Hay quienes han sabido enfrentar muchas crisis, y han conseguido mucho con el poder de su trabajo y su ensañamiento en salir adelante. Esta es la historia de Walter, un peruano que vive desde hace 20 años en Madrid y que ahora enseña a su gente a sacar la parte positiva de la crisis, y a seguir luchando por sus sueños.

Cuando Walter llegó a España todavía no era la economía fuerte que es hoy (a pesar de la crisis), con los apoyos de la Unión Europea. Economista de profesión, en 1990 pensó que vendría aquí y que podría encontrarse con un trabajo en una oficina, como él quería. No lo consiguió por más que buscó, pero se dijo a sí mismo que quería quedarse en España, y que trabajaría de lo que saliera. “Tenía la fuerza de mis manos”, cuenta ahora Walter.

Necesitaban carpinteros y Walter no tuvo ningún problema en hacerse carpintero. Eso sí, se asesoró, aprendió, y siempre se dedicó a pleno para hacerlo lo mejor posible y de la manera más seria. “Yo les digo a los chicos que están comenzando que hay que ser trabajadores, pero también flexibles, sobre todo en momentos de crisis, y comprender dónde es y qué es lo que se necesita”, explica. “Yo finalmente no conseguí trabajo como economista, pero me gusta también trabajar con mis manos. Es un trabajo mucho más relajado que el de la banca”.

Walter es ahora muy reconocido con su trabajo como carpintero, y en los edificios se pelean para que vaya primero. Es muy serio y se fija en los más mínimos detalles para que el trabajo sea ejemplar.

Ya casi a la edad de jubilarse y con varios nietos en su vida, vive entre Madrid y Perú, los meses de más trabajo aquí y los más flojos allí, con familia que tiene en ambos países.

“Yo he aprendido mucho en estos años y tengo la fuerza de todo el conocimiento adquirido. Pienso en que igual en algún momento me instalo en Perú y monto una empresa de construcción con todo lo que aprendí”, agrega. “Por ahora estoy bien así, tranquilo, pasando parte del año en cada lugar, pero siempre digo que el que decide volver tiene que volver con más conocimientos, y no necesariamente con mucho dinero, para tener algo más que aportar y una herramienta para sobresalir allí”.