Del consumo a granel a la congelación: así hacen los españoles más sostenible la cesta de la compra... y de paso también ahorran
Los consumidores no solo miran el precio a la hora de llenar la cesta de la compra pese al actual contexto económico inflacionista. La preocupación por el Medio Ambiente -este lunes se celebra su Día Mundial- se ha convertido también en un elemento a tener en cuenta.
Así lo refleja el último Observatorio de Frescos de Aldi, que señala que cerca de un 40% de los españoles -un 36% en concreto- ha modificado sus hábitos de compra en los últimos tiempos a causa del cambio climático con el objetivo de contribuir a hacer un planeta más sostenible.
El mismo documento constata además que el 88% de los consumidores cree que el cambio climático afecta negativamente a algunos alimentos, como las verduras (65%), las frutas (62%), el pescado y el marisco fresco (45%), la carne fresca (26%) y los huevos frescos (13%).
Pero, ¿cómo está cambiando el consumidor su forma de comprar para ayudar a la sostenibilidad del planeta? Del informe se extrae que la mayoría prioriza ahora los productos de temporada (54%), compra a granel o con menos plástico en sus envases (53%) o adquiere artículos de proximidad (49%).
El observatorio igualmente destaca otras acciones que los consumidores están realizando de manera mayoritaria para evitar el desperdicio alimentario, causa del 10% de los gases de efecto invernadero, según ha advertido la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Así, los ciudadanos son más conscientes de sus necesidades y compran cantidades limitadas o únicamente lo que se vaya a consumir (63%), congelan alimentos (58%) para consumirlos más adelante si pueden deteriorarse y revisan las fechas de caducidad (53%).
Alivio para nuestro bolsillo
Con estas sencillas modificaciones en el comportamiento de compra, los consumidores españoles ayudan a la mejora del planeta, pero también pueden obtener un ahorro mensual.
En el caso, por ejemplo, de los productos de temporada, con la apuesta por las frutas y las verduras que solo se dan en nuestro entorno en determinadas épocas del año estaríamos evitando que estos alimentos sean transportados durante semanas en cámaras frigoríficas hasta llegar a su destino, ya que, en este trayecto, es inevitablemente la emisión de gases de efecto invernadero.
Pero, además, estaremos ahorrando dinero, puesto que nos resultará más barato comprar una fruta o verdura de temporada que un producto que ha recorrido miles de kilómetros hasta llegar a su destino y que, por tanto, resulta bastante más caro debido a que su precio final debe incluir los costes del transporte. En definitiva, comer melones o sandías en agosto es mejor para planeta y para el bolsillo que hacerlo en enero.
Del mismo modo, la congelación, comprar solo lo que vayamos a necesitar o la revisión de la fecha de caducidad de los alimentos contribuyen a evitar que tiremos a la basura productos. Al mismo tiempo, esto supone aprovechar el dinero que hemos gastado y que no caiga en saco roto.
Campaña de concienciación
Precisamente con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Aldi ha puesto en marcha una campaña de street marketing que tiene como objetivo sensibilizar a los consumidores sobre esta situación, así como fomentar un consumo y una compra responsable en beneficio del planeta.
La campaña ha consistido en colocar vinilos en las estaciones de metro de Nuevos Ministerios en Madrid y de Plaza Cataluña en Barcelona. "Aldi pone así de manifiesto que, igual que los alimentos tienen fecha de caducidad, también pueden tener fecha de extinción si no se colabora para mitigarlo", señalan desde la compañía alemana, que en las más de 400 tiendas que tiene en España cuenta con un surtido de cerca de 2.000 productos. De ellos, el 80% han sido cultivados, elaborados o producidos en nuestro país, donde ofrece productos certificados y procedentes de cultivos sostenibles, como el cacao, el café o el té.