Si hay algo que caracteriza al verano son los helados. En la playa, la piscina o incluso dando un paseo por la ciudad, estos dulces se han proclamado a lo largo del tiempo como los favoritos de muchos consumidores españoles que buscan huir del calor durante estos meses del año. Sin embargo, ahora la inflación podría hacer peligrar este hábito tan común, pues comer helado supone un reto cada vez más grande para el bolsillo.
Desde los más pequeños de la casa hasta los mayores, generalmente nadie se puede resistir a comerse un buen helado en un día caluroso, tanto es así, que España es el tercer país en el mundo donde más helado se consume. En 2023, cada ciudadano comió una media de 3,23 litros de helado tanto en establecimientos como dentro del hogar, según los datos del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Actualmente en España un helado medio tanto en tarrina como en cono o cucurucho puede costar entre 2,50 y 3,50 euros aproximadamente, un precio ligeramente más alto que en años anteriores. "El precio ha subido entre un 3% y un 5%", cuenta a 20minutos Marco Miquel, presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (Anhecea).
El heladero explica que la inflación ha sido determinante para que el coste de este dulce se haya incrementado en el último año. "La subida se debe al gran aumento de precio de muchas materias primas. Sobre todo este año el cacao y sus derivados han llegado a superar el 300%, pero en general, el resto de las materias primas también han subido bastante", apunta Miquel.
En cuanto a las diferencias de precio entre los helados industriales y artesanales, el director de Anhecea, indica que no hay demasiadas diferencias. "Prácticamente no hay ninguna distinción, la mayoría de heladerías que tienen helado industrial lo venden al mismo precio que se puede encontrar en una heladería artesana, de forma mayoritaria", afirma.
No obstante, a pesar de que consumir este producto sea un poco más caro, se espera las altas temperaturas hagan que los usuarios los sigan comiendo este verano al igual que los anteriores o incluso más. "La perspectiva es que el consumo que aumente. Los últimos años se ha alargado la temporada al mantenerse buenas temperaturas más tiempo y eso ha ayudado a aumentar el consumo de helado y alargar las temporadas en muchas heladerías", explica el experto.
Aunque no en todas las partes de España son igual de fanáticos de los helados. Baleares es la Comunidad que presenta mayor demanda con una media de 5 litros por habitante al año. Canarias ocupa el segundo puesto con 3,9 litros por persona. A estas les siguen la Comunidad Valenciana (3,7 litros), la Región de Murcia, Andalucía y Extremadura (3,4 litros) y Castilla-La Mancha (3,3 litros), Castilla y León (2,3 litro), Cantabria (2,4) y País Vasco (2,5), son por el contrario las que menos helado comen, según el MAPA.
En cuanto ha preferencias, cada usuario tiene sus gustos, pero hay algunos en los que muchos coinciden. "Los clientes piden siempre novedades. Últimamente sobre todo hay una gran tendencia hacia el veganismo, pero los mayores consumos se centran en helados tradicionales. En muchas zonas el favorito es el turrón de Jijona, y en sitios de costa ha aumentado también los helados de fruta tipo sorbete", apunta el heladero.
"La heladería artesana tiene una tradición de muchos años en la mayoría de las poblaciones la buscan más consumidores, pero muchas veces una heladería con producto industrial en un buen lugar de paso y con mucha afluencia de viandantes, puede vender también mucho más. Pero se busca más el helado artesano", concluye Marco Miquel, quien deja claro que sea como sea, los consumidores no quieren perderse el momento de disfrutar de sus sabores favoritos de helado este verano.
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