Los consumidores españoles son en la actualidad más optimistas respecto a la marcha de la economía patria que en los últimos meses pero aún hay una gran mayoría que no percibe ningún cambio y que incluso opina que su situación financiera ha empeorado.
Así lo refleja el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) publicados este miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que señala que este indicador subió 8,5 puntos en mayo respecto al mes anterior, hasta situarse en 81,5 puntos. En cuanto a la evolución anual, escala 5,5 puntos respecto a mayo de 2022, cuando se situaba en los 76 puntos.
Según explica el CIS en un nota de prensa, el incremento en la valoración de la situación actual "se debe a la evolución positiva de sus dos componentes: la valoración de la situación actual crece 8,7 puntos respecto al mes de abril y la valoración de las expectativas de futuro mejora 8,4 puntos en el último mes".
No obstante, aparte de estas luces, la encuesta realizada por el organismo que dirige José Félix Tezanos muestra algunas sombras. De esta forma, el porcentaje de consumidores que considera que la situación económica de su hogar es peor (44%) o igual (37,6%) que hace seis meses todavía supera ligeramente el 80%.
De este porcentaje, el 70,8% responsabiliza de este hecho a la subida de los precios pese a que la inflación ha descendido en mayo hasta el 3,2%, su nivel más bajo desde julio de 2021 gracias a la bajada en el precio de los carburantes y a la moderación del coste de la cesta de la compra.
Por otra parte, la mayoría de consumidores confiesa que llega justo a fin de mes (33,6%) o le resulta difícil, por lo que ha tenido que tirar de ahorros (12,3%) o contraer deudas (5,8%).
Respecto al futuro, el 29% de los españoles cree que su economía doméstica se resentirá durante el próximo medio año frente a un 38,8% que considera que no cambiará.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) recoge mensualmente la evaluación de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.
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