Préstamos verdes: la forma barata y ecológica para financiar un nuevo frigorífico o la reforma de tu vivienda

Los préstamos verdes conjugan las finanzas con el respeto al Medio Ambiente.
Los préstamos verdes conjugan las finanzas con el respeto al Medio Ambiente.
Henar de Pedro
Los préstamos verdes conjugan las finanzas con el respeto al Medio Ambiente.

La preocupación por la emergencia climática, la sostenibilidad del planeta y el Medio Ambiente se ha instalado desde hace tiempo en nuestra sociedad. Cada vez son más los ciudadanos que en sus hábitos de compra priorizan la adquisición de artículos respetuosos con el entorno natural que nos rodea. 

Esta actitud vital, no obstante, supone casi siempre pagar un poco más por este valor añadido al producto. Pero en estos tiempos inflacionistas, que han mermado nuestro poder adquisitivo, hay ocasiones en las que no disponemos en un momento determinado del dinero necesario para realizar una compra y necesitamos pedir un préstamo a un banco o cualquier otra entidad financiera.  

Es ahí donde los ciudadanos tienen la opción de contratar los conocidos como préstamos verdes o ecológicos, que, al igual que los préstamos al consumo, sirven para obtener financiación para la adquisición de un determinado bien o servicio. 

"Los préstamos ecológicos son productos idénticos a los créditos al consumo de toda la vida. Su funcionamiento y características con similares con la única diferencia de que están diseñados para financiar cualquier tipo de proyecto que entre dentro de la categoría ecológica", explican en el comparador de productos bancarios HelpMyCash. 

BBVA, en su blog de educación financiera, destaca que con esta modalidad de financiación, por regla general, podemos obtener una "rebaja de los intereses a pagar por la cesión del dinero y, también, la reducción e incluso, eliminación de ciertas comisiones como, por ejemplo, la de apertura". 

No en vano, el Banco Central Europeo (BCE) ofrece desde 2021 una bonificación de hasta el 25% en los requerimientos de capital a todos los bancos que concedan financiación a proyectos sostenibles y ecológicos. Esto supone que las entidades financieras que ofrezcan préstamos ecológicos tienen una menor exigencia por parte del regulador bancario comunitario en materia de solvencia.

En el debe de estos productos está que el proceso de concesión es más lento que los préstamos tradicionales, ya que hay que justificar (mediante factura, presupuesto...) el carácter medioambiental del préstamo. En algunos proyectos se requiere incluso el informe de una empresa externa que lo acredite. 

Un operario de la construcción, ataviado con mascarilla, realiza su trabajo en una obra, en una vivienda de Valladolid.
Un operario de la construcción, ataviado con mascarilla, realiza su trabajo en una obra, en una vivienda de Valladolid.
NACHO GALLEGO / EFE

¿Para qué fines puedo pedir este tipo de financiación?

Como hemos comentado, los préstamos verdes están concebidos para fines relacionados con la sostenibilidad. De esta forma, esta financiación se puede utilizar para la compra de un coche eléctrico o híbrido enchufable para moverte por la ciudad o realizar un largo viaje de forma menos contaminante. 

También estos préstamos sirven para la sustitución de los electrodomésticos del hogar, como lavadoras, lavavajillas o frigoríficos, por otros más eficientes, lo que redundará en un importante ahorro en la factura de la luz.

Si queremos reformar nuestra casa y dotarla de un mejor aislamiento térmico en ventanas, muros o suelos o instalar placas solares para mejorar su calificación energética, el crédito verde es una buena opción. Además, hasta la finalización del año 2024, Hacienda ofrece deducciones fiscales sobre las obras realizadas con ese fin. Esto igualmente se aplica a comunidades de vecinos que deseen actuaciones como instalación de luces led en zonas comunes o la mejora del aislamiento en fachadas. 

Comprar una casa es otro ejemplo de uso de un préstamo verde. En este caso, se conceden hipotecas para viviendas sostenibles, aunque hay que precisar que en este caso el tipo de interés puede ser más alto. Sería la excepción que confirma la regla. 

Según el último estudio de Asufin, las hipotecas verdes son más caras con relación a la media del mercado. Así, la hipoteca fija verde se sitúa de media en el 5,63% TAE mientras que la variable verde lo hace en el 4,63% TAE. Por contra, la hipoteca media del mercado está en el 3,75%, lo que supone un 1,88% de sobrecoste respecto a la fija verde y un 0,88% en comparación con la variable verde. 

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