Consumo

Qué hay tras la crisis del 'oro' verde: precios récord del aceite, una demanda fiel, dos malas cosechas, exportación... ¿y especulación?

Como aliño, para freír y guisar, el aceite de oliva es un producto al que los hogares españoles desean mantenerse fieles. Por tradición culinaria y por sus probados beneficios para la salud. Sin embargo, el litro de aceite que hace un año costaba 5 euros ya se vende a más de 9 euros, y subiendo. En el último año el precio se ha disparado un 52%, y al doble desde 2021. Los consumidores, ahogados por el encarecimiento de la cesta de la compra, están bastante descolocados. No entienden la disparidad de precios del aceite según supermercado, tampoco que siendo España líder mundial de producción sea más caro aquí que en Portugal, Francia o Irlanda. Y se preguntan quién se está beneficiando de la crisis del 'oro' verde.

¿Qué está pasando con el precio del aceite de oliva?

El precio del aceite de oliva acumula hasta agosto 28 meses consecutivos de ascensos interanuales, con crecimientos de dos dígitos en los últimos 27 meses. Manuel Parras, catedrático de la Universidad de Jaén y director de la cátedra de aceite de oliva en la mayor región productora del mundo, considera que el precio del aceite es una materia sensible principalmente "porque hay demanda de los hogares españoles de este producto por cultura y tradición y una pequeñísima oferta de aceite de oliva. Si se junta una demanda fiel y una falta enorme de producción, lo que ocurre es que se incrementan precios", explica.

¿Por qué hay escasez de aceite de oliva?

Los olivareros vienen explicando que la media de una cosecha de aceite de oliva en España, primer productor mundial, es de 1,4 millones de toneladas, pero en la última campaña (2022/2023) solo se recogieron 663.000 toneladas

Elena Sánchez, productora de aceite premium en La Alcarria, Guadalajara, va más allá y señala que el olivar español lleva tres años consecutivos sufriendo efectos del cambio climático. "En estos tres años hemos tenido a Filomena, que destrozó el campo, y luego dos años con un calor horroroso en mayo que arruina la floración, y está por ver cómo será la próxima campaña, ya que si no llueve será también de las malas". 

El propio ministro de Agricultura, Luis Planas, ha explicado este martes tras el Consejo de Ministros que el olivar español suele alternar cosechas abundantes y escasas anualmente, un fenómeno que se conoce como verdería, aunque con el cambio climático se ha vuelto recurrente sufrir cosechas bajas consecutivas. Planas ha confiado a las lluvias venideras la moderación de precios, con una cosecha este invierno mejor que la anterior, aunque todavía debajo del millón de toneladas.

¿A quién beneficia los precios tan altos?

El actual precio del aceite de oliva, a 9 euros el litro, "no beneficia a los agricultores, porque no repercute directamente en su cuenta de resultados al no tener una cosecha significativa para poder vender", reconoce Cristóbal Cano, secretario general de UPA en Andalucía. Cano considera que el precio actual es "anecdótico y ficticio", por lo que cree que el sector necesita "estabilidad en los precios para ser rentables".

El aceite de oliva virgen extra ha pasado de 4 euros el litro a 9,24 en año y medio.
Henar de Pedro

Si acaso, los beneficiados por la subida del precio del aceite en el campo son quienes tienen los costes más bajos de producción, según señala Manuel Parras. Y cita a la producción superintensiva de aceite de oliva. "Su coste de producción está a 1,3 euros el kilo y, con los precios actuales, eso resulta muy rentable". Sin embargo, apunta a que son pocos los que cumplen los requisitos de este modo de producir (terrenos óptimos para la mecanización y gran disponibilidad de agua). Preguntado por si los fondos de inversión que apostaron por este negocio pueden estar detrás de la subida de precios, Parras defiende que "son negocios muy a corto plazo rentables, que se benefician de la situación, pero que no influyen en la escalada de precios". Los agricultores reconocen que son pocos los que pueden estar aprovechándose de este escenario de precios altos, y defienden que a nadie en el sector le interesa la caída del consumo por el alza de precios, que luego será difícil de revertir.

¿Está habiendo especulación con el precio del aceite?

Dado que la mayoría de productores no se benefician de la subida de precios y los consumidores menos, las organizaciones que representan a estos últimos en España, OCU y Facua, se preguntan qué está pasando y han pedido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que investigue si existe "especulación" por parte de las grandes cadenas de distribución u otros intermediarios a la hora de aplicar márgenes de beneficio al aceite de oliva. 

Las asociaciones reclaman al Ministerio de Agricultura que aproveche esta crisis para llevar a cabo un mayor control de la cadena de producción del aceite de oliva virgen y virgen extra hasta los lineales de las superficies comerciales. Según explican en COAG, la ley de la cadena alimentaria actual garantiza que los eslabones inferiores no pierdan dinero y sean rentables, pero no controla la especulación. No controla si un producto se dispara y por qué se produce ese impacto.

Para Cristóbal Cano, de UPA, lo necesario sería crear observatorios oficiales de costes de producción ágiles, que marquen los costes en tiempo real, o un observatorio de márgenes comerciales que vele porque la gran distribución no caiga en la tentación de maximizar sus beneficios en momentos de gran dificultad como el actual".

¿Cuál es la diferencia de precios por supermercado?

La asociación de consumidores Facua ha revelado que la misma botella de un litro de aceite de oliva virgen extra puede llegar a costar hasta un 45% más en función del establecimiento donde se adquiera, lo que supone una diferencia de unos cuatro euros por litro. Facua ha analizado 50 marcas de aceites de oliva virgen y virgen extra en ocho de las principales cadenas de supermercados e hipermercados de España -Alcampo, Carrefour, Dia, Hipercor, Eroski, Mercadona, Aldi y Lidl-.  Según su informe, el precio medio del litro de aceite virgen extra en envase de plástico de litro se sitúa en 9,67 euros. 

La mayor variación de precios entre una misma marca según el supermercado se encuentra en la botella de plástico de un litro de virgen extra Carbonell variedad picual, cuyo precio oscila entre los 8,86 euros en Alcampo hasta los 12,85 euros en Carrefour, casi cuatro euros.  

¿Por qué el aceite es más barato fuera de España?

Otro estudio, esta vez realizado por la OCU, ha comparado el precio medio del aceite de oliva virgen extra de marca blanca en España, cuando este agosto estaba a 8,72 euros/litro, con el de Italia, que estaba a 8,21 euros/litro, con el de Francia, a 7,95 euros/litro, y el de Portugal, a 6,86 euros/litro. Es decir, en España, el principal productor mundial de aceite, este producto es un 6% más caro que en Italia, un 16% más caro que en Francia y un 27% más caro que en Portugal.

Los expertos consultados sobre esta diferencia señalan que, en primer lugar, la demanda de aceite de oliva es mucho menor en los países del entorno y el precio por ende debe de ser más competitivo. También piden considerar que los acuerdos de distribución en la exportación no están tan al día como los de la distribución interna. Por último, y ante la aparición de tuits que denuncian que una misma marca es más barata en Portugal o Irlanda, aseguran que dicho aceite pudiera ser de campañas pasadas, más baratas que la actual. 

¿Puede hacer algo el Gobierno para frenar la escalada?

Las asociaciones de consumidores defienden que "el Gobierno puede fijar precios máximos o topar los márgenes de beneficio tal y como permite la ley del comercio". 

También hay quienes apuestan por limitar la exportación para ampliar la disponibilidad del mercado interior. En 2023 la exportación ha bajado un 32%, un descenso menor que el sufrido por la producción, del 55%. Sin embargo, el sector se revuelve contra el proteccionismo. "Hemos criticado los aranceles al aceite de oliva de EE UU. No puedes decirle a un distribuidor que no puede vender fuera, si ha abierto con sudor y lágrimas un mercado en el extranjero", defienden. Además, descartan que haya desabastecimiento, gracias a una reserva cercana a las 200.000 toneladas para cubrir el tiempo que resta hasta la cosecha, que empieza en octubre/noviembre y finaliza en febrero/marzo.

Recientemente sí han denunciado, en concreto la organización ASAJA, la decisión del Gobierno de inyectar 115 millones de euros a la agricultura de Marruecos para promover su desarrollo, dinero que se emplea en la plantación de 600.000 nuevos olivos. 

Lo que sí llevan años pidiendo los productores es, precisamente, que se les permita almacenar más cantidad para sacarlo a la venta cuando haya poco aceite y mantener precios medios.

Sin embargo, ninguna de estas medidas parece estar entre los planes inmediatos del Ministerio. El ministro Luis Planas ha reconocido el efecto de la sequía y las altas temperaturas en el olivar español, pero circunscribe el alza de precios a su correlación de oferta y demanda. Ve suficiente apoyo las ayudas al sector primario, la rebaja del IVA a la cesta básica de la compra, al tiempo que confía en las lluvias mejoren la siguiente cosecha y, a medio plazo, en la modernización del sector con variedades y producciones adaptadas al cambio climático.

¿Cómo afectan los precios a la bajada del consumo?

Según datos oficiales, en 2022 hubo incrementos de precio en el aceite de oliva que hizo que bajara un 8% la demanda. Entre enero y abril de 2023, el descenso del consumo es ya del 20%. La venta actual es de unas 340.000 toneladas frente a más de 550.000 toneladas en años pasados. Sin embargo, la caída no parece estar beneficiando en la misma proporción al incremento del consumo de aceite de girasol o de orujo, las primeras alternativas. Según el catedrático Manuel Parras, "los consumidores de aceite de oliva siguen siendo fieles a este producto esencial de la dieta mediterránea, pero ahora usan menos cantidad".  

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