Marcharse de vacaciones este verano va a resultar muy caro, sobre todo si en nuestro destino no contamos con hospedaje y tenemos que buscar alojamiento en hoteles y apartamentos turísticos, cuyos precios se han disparado más de un 36% en los últimos tres años, antes de la llegada de la pandemia del coronavirus.
Así lo reflejan los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a finales de mayo, que indican que el precio de los hoteles en España era un 39,12% superior al de ese mismo mes de 2019, mientras que el de los apartamentos turísticos se situaba un 36,5% más alto. Sólo con respecto a un año antes -en mayo de 2021- los hoteles se han encarecido un 22,1% y los apartamentos turísticos un 13,5%.
En cambio, los campings únicamente han elevado sus precios en estos tres años en un 3,8% y los alojamientos de turismo rural un 8,7%. Esto explicaría la fiebre que se ha desatado este verano en España por los campings, donde el sector espera superar entre julio, agosto y septiembre el 90% de ocupación media, los cinco millones de viajeros y los 23 millones de pernoctaciones, según las previsiones que maneja la Federación Española de Campings (FEEC).
"Estamos ante un verano histórico, fruto del trabajo y el esfuerzo de todo un sector que ha abierto sus puertos a miles de familias españolas y que se han sorprendido gratamente del altísimo nivel de nuestros establecimientos", ha afirmado Ana Beriaín, presidenta de la FEEC.
La subida de precios de los alojamientos llegan en un momento delicado, con una inflación superior al 10%, su valor más alto en los últimos 37 años. Para el INE, los principales motivos que explican este auge del coste de la vida son el aumento en los precios de las gasolinas y el de los alimentos, y en menor medida el encarecimiento de los hoteles y la hostelería.
Aún en niveles prepandemia
Por otra parte, los datos difundidos por el organismo estadístico muestran que las pernoctaciones en alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, cámpines, casas rurales y albergues) sumaron 9,7 millones en mayo y se situaron así un 7,8% por encima de las de antes de la pandemia. En cambio, las pernoctaciones en hoteles aún están un 7% por debajo de 2019, con cerca de 30 millones, aunque todo hace augurar que durante el verano se superará ese nivel.
Si se comparan con mayo del 2021, las pernoctaciones en establecimientos no hoteleros se multiplicaron por 2,6, impulsadas en gran medida por las visitas de extranjeros. Así, mientras que las noches contratadas por residentes en España aumentaron un 47,3% respecto a 2021, hasta rozar los 4 millones, superando en más de 800.000 las de antes de la pandemia, las de los extranjeros se quedaron a las puertas del nivel precovid, tras un repunte del 443,3%, frente al mismo mes de 2021, hasta superar los 5,7 millones. Casi 2,7 millones de viajeros pernoctaron en este tipo de alojamientos en mayo, de los que casi 1,4 millones fueron turistas nacionales.
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