Economía y finanzas

Nuevas previsiones 

El BCE eleva tres décimas su cálculo de PIB al 0,9% y prevé más tensión de precios con una inflación en el 2,5%

Sede del BCE con la escultura del euro en sus aledaños.
BCE vía La Información

El Banco Central Europeo (BCE) ha mejorado sus estimaciones para la Eurozona por encima de lo que habían previsto los principales consensos de mercado. La entidad ha elevado tres décimas el cálculo de PIB para este año, cuando prevé que el conjunto de países que comparten el euro crezca nueve décimas. En medio de este mayor impulso, la región deberá lidiar también con una inflación más persistente. La tasa general de IPC se situará de media en el 2,5% este ejercicio, dos décimas por encima de lo que el emisor había calculado el pasado mes de marzo. 

Esas mayores presiones inflacionistas se percibirán también el año que viene, cuando la inflación se situará en el 2,2%, dos décimas por encima de lo que el organismo capitaneado por Christine Lagarde había contemplado a finales del primer trimestre. De cara a ese mismo ejercicio, el crecimiento será algo menos intenso. Así, ha restado una décima al avance estimado, situándolo en el 1,4%. De cara al año que viene lo mantiene, sin embargo, en el 1,6%. 

El BCE prevé que la inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos, y que supone un indicador clave porque tiende a reflejar si las tensiones son más estructurales, se situará en el 2,8% en 2024 en promedio y descenderá de forma paulatina hasta el 2,2% en 2025 y al 2% ya en 2026.

La entidad ha cumplido este jueves el guion previsto y ha rebajado los tipos de interés en 0,25 puntos después de meses en los que ha tenido que sacar toda la artillería para combatir la crisis de precios -la tasa de referencia permanecía en el 4,5% desde septiembre, en máximos desde la creación del euro- y en los que, además, corría el riesgo de perjudicar todavía más a una economía muy debilitada, que acaba de dejar atrás la recesión en el primer trimestre del año, según ha confirmado recientemente Eurostat. 

Los cálculos que ha puesto sobre la mesa el emisor son más optimistas que los publicados a mediados de mayo por la Comisión Europea en sus proyecciones de primavera, puesto que Bruselas situaba el crecimiento económico de la región en el 0,8% este año. En ese contexto destacará el fuerte dinamismo de la economía española, que volvería a ser en principio la que más creciese entre las grandes del euro, con un avance estimado del 2,1%, de acuerdo con las perspectivas que maneja el ejecutivo comunitario. 

Los riesgos para el BCE: del gas a las vacantes

El escenario que dibuja el BCE obligará a la entidad a moverse con pies de plomo en sus próximas reuniones -más aún teniendo en cuenta que por primera vez desde su creación se ha adelantado a la Reserva Federal estadounidense al rebajar los tipos-. El organismo con sede en Fráncfort teme los efectos de una inflación que se resiste a ceder en el caso de los servicios, así como los provocados por unos precios del gas que han vuelto a subir, pero también por las alzas salariales en la región o por el problema que existe con las vacantes -que haya puestos de trabajo sin cubrir tiende a reflejarse en subidas adicionales de los sueldos-.

Lo que los miembros de su consejo de gobierno temen, en concreto, es que los efectos de segunda ronda generen una espiral de precios. Esta se produce cuando las subidas de salarios elevan los costes de producción y generan más inflación. La resiliencia del mercado de trabajo está siendo inusual en un contexto de debilidad económica y de costes financieros al alza (al menos hasta la fecha). Así, la tasa de desempleo se situó en mínimos históricos en la región en abril, al moderarse hasta el 6,4%. 

El BCE "tiene la determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2% a medio plazo, y mantendrá los tipos de interés oficiales en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr ese objetivo", ha remarcado la presidenta Lagarde a lo largo de la rueda de prensa posterior a la reunión del organismo.

Redactora de Macro

Periodista económica desde 2006, me incorporé a 'La Información' en 2017 como redactora de Macro, una labor que desarrollé antes en elEconomista (2013-2017). Durante más de una década disfruté de mi pasión por la radio como redactora de Informativos (Punto Radio y Cope). Fui colaboradora en Informativos Telecinco y actualmente participo en 'La Brújula de la Economía' de Onda Cero.

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