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El candidato a liderar el BoJ reitera su intención de seguir con los tipos bajos

El candidato a liderar el BoJ reitera su intención de seguir con los tipos bajos. 
EFE

El próximo gobernador del Banco de Japón (BoJ), Kazuo Ueda, ha reiterado su posición a dar continuidad a la política laxa aplicada en el país durante la última década al considerar que los efectos positivos superan a los negativos, aunque no se cierra a una reforma de la política monetaria de la entidad para lograr una flexibilización "más sostenible" si la meta inflacionaria del país sigue esquiva.

"Si la inflación subyacente no sube incluso si la flexibilización continúa, creo que deberíamos considerar los efectos secundarios y los mecanismos para adoptar una flexibilización más sostenible", declaró Ueda ante la Cámara Alta de la Dieta, el Parlamento japonés, según declaraciones recogidas por la cadena pública NHK. Ueda, de 71 años, hizo estos comentarios en su última comparecencia parlamentaria antes de la votación para ratificar su nombramiento al frente del banco central nipón que, de aprobarse dirigirá, a partir del 9 de abril en relevo de Haruhiko Kuroda.

El empresario y académico, que ya se sometió al escrutinio de la Cámara Baja el viernes pasado, ha defendido la reticencia de la entidad emisora de crédito japonesa a alterar su política monetaria, basada en tipos de interés de referencia y el control de la curva de rendimientos a largo plazo, argumentando que la subida actual de la inflación es transitoria y se debe a la coyuntura internacional.

Los precios subieron en Japón un 4,3% en enero, el décimo mes consecutivo por encima de la meta del 2% del BoJ, pero el incremento coincide con el encarecimiento energético y de las materias primas a raíz de la guerra en Ucrania y los estragos de la pandemia, y no de los factores internos deseables, con un aumento salarial estable. A esto se ha sumado una evolución más moderada de la inflación subyacente (que excluye el precio de la energía y los alimentos por su alta volatilidad), que en el primer mes del año fue del 3,2%, pero no llegó a superar la barrera del 2% hasta el pasado octubre.

"Los beneficios de la flexibilización monetaria superan a sus efectos secundarios" y la actual política del BoJ "ha contribuido a mejorar los ingresos de las empresas y el empleo, sacando al país de la deflación", señaló hoy Ueda, que recordó que toda política tiene "efectos colaterales" que deben ser "comparados y considerados antes de implementar una política más adecuada". 

"Cuando se materialice la previsión de llegar al objetivo del 2% de inflación de forma estable y sostenible, se debe iniciar la salida" de las medidas anteriores, añadió. Sobre los retos que tiene por delante a su llegada al frente del BoJ, el académico dijo que "la situación es extremadamente difícil para cualquiera", y que le gustaría usar su experiencia como antiguo miembro de la junta de política monetaria del organismo (hace casi dos décadas) y como académico "para abordar este problema desafiante".

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