La generación de electricidad con gas cae el 33% y abre el debate por cerrar centrales
La aportación de la generación de los ciclos combinados de gas al ‘mix’ eléctrico fue de solo un 11,6% en noviembre, el dato más bajo en los últimos diez meses. La producción de electricidad mediante gas cayó así un 69% en comparación con el mismo mes del ejercicio precedente y un 46% respecto a octubre.
Los analistas de Grupo ASE explican que los ciclos combinados se vieron desplazados por la alta generación renovable y, también, por la reducción del saldo exportador. Este se ha desplomado un 50% en comparación con el año pasado, por la desaparición del efecto de la ’excepción ibérica’, inactiva desde febrero por los menores precios del gas, y porque la producción nuclear francesa está muy por encima de los bajos niveles que registró el año pasado con gran parte del parque parado.
En concreto, según los datos de Red Eléctrica, consultados por La Información, los ciclos combinados generaron 2.763 gigavatios hora (GWh), en comparación con los 4.672 GWh de noviembre de 2022 y los 4.087 GWh de octubre de este año, lo que supone el recorte del 69% y 46%, respectivamente, mencionado al principio de la información.
La caída podría haber sido mucho mayor
Además, desde Grupo Ase subrayan que en noviembre la caída podría haber sido mayor de no haber sido por el desacople del sistema eléctrico de las centrales nucleares de Cofrentes y Ascó II como consecuencia de paradas que estaban programadas. Cofrentes se conectó el 19 de noviembre y Ascó II está previsto que lo haga el 8 de diciembre.
No obstante, para hacer una comparativa más justa y dejando fuera las situaciones excepcionales que se dieron el curso anterior, la producción de electricidad mediante la quema de gas retrocede un 18% entre enero y noviembre hasta (42.739 GWh) en comparación con el mismo periodo de 2019, último año antes de la pandemia de coronavirus. Por su parte, si comparamos los datos con los mismos meses de 2022 el desplome se eleva hasta el 33%.
Hay que señalar que en el ejercicio pasado las centrales de gas funcionaron a pleno rendimiento y fueron la primera tecnología de producción de electricidad del país, copando el 24,7% del mix. En total, generaron unos 68.138 GWh, un 53% más que en 2021, superando a la nuclear y a la eólica en 12.154 y 6.962 GWh, respectivamente. En verano se produjo la tormenta perfecta: ola de calor, falta de viento, una gran sequía y una mayor exportación al país galo.
Bajo este contexto, la demanda de gas natural para generación de electricidad alcanzó el 13 de julio de 2022 su récord histórico, con 803,8 GWh, y superando los 770 GWh del 16 de junio y los 764 GWh del 15 de junio. Para hacerse una idea, en España se generaron en julio 8.710 GWh de electricidad mediante gas, cifra no registrada hasta la fecha, al tiempo que en agosto también se superaron los 8.000 GWh. Esto provocó que los ciclos combinados quemaran gas como nunca y que las emisiones de CO2 del sistema eléctrico aumentaran el curso pasado después de marcar mínimo en 2021, pese a la recuperación de la demanda tras la covid-19.
Los dueños de las centrales piden que se asegure la rentabilidad
De tal modo, el 2022 terminó con una demanda de gas natural por parte de las eléctricas de 138.037 GWh, lo que se traduce en un incremento del 52,7% frente al curso precedente y el valor más elevado desde 2010. Por el contrario, Enagás, operador del sistema gasístico español, calcula que se desplome un 22% en comparación con el ejercicio precedente, hasta 109 teravatios hora (TWh).
El desplome de los ciclos se produce en un momento en el que los dueños de las centrales piden que se les asegure una rentabilidad para mantenerlas abiertas. Los ciclos combinados no operan las 24 horas del día, sino que funcionan como tecnología de respaldo y seguridad de suministro cuando no hay renovables. De este modo, deben estar disponibles para conectarse a la red cuando se les necesite.
Bajo este contexto, lo que pide el sector es una remuneración específica para cubrir costes. En la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el Gobierno cuenta con todos los ciclos actuales hasta 2030. La hoja de ruta hacia la descarbonización en lo que resta de década, que aún puede sufrir cambios, recoge que los 26.600 (MW) de ciclos -repartidos entre 50 plantas- estarán operativos durante este periodo. Un estudio de la patronal Sedigas y PwC elaborado en 2020 advertía de que los ciclos combinados acumularían unas pérdidas de 4.500 millones a 2030 con la actual retribución. En aquel momento un 70% de las plantas se encontraba en pérdidas operativas, según el documento.
Autorizado a Naturgy el cierre temporal de cinco plantas
El Gobierno ya ha puesto en marcha la creación del mercado de capacidad. De hecho, ya ha enviado a Bruselas la documentación requerida para que entre en funcionamiento a mediados de 2024, según adelantó la secretaria de Estado de Energía, Sara Aasegen, en un foro organizado por El Periódico de la Energía. Estos sirven para promover el despliegue de tecnologías que aportan firmeza y flexibilidad al sistema eléctrico, tales como los ciclos combinados.
Mientras tanto, el Tribunal Supremo ha autorizado recientemente a Naturgy el cierre temporal de cinco plantas después de la solicitud presentada en mayo de 2017. La gasista aseguró en su día que, debido al bajo factor de carga, las centrales se habían visto afectadas con rentabilidad económica muy inferior a la necesaria para recuperar la inversión.
Las renovables alcanzan máximo histórico
La generación eólica fue en noviembre muy superior (+31%) a su promedio de los últimos cinco años. Por sí sola ha cubierto el 33,8% del ‘mix’ de generación y ha respondió a más del 37% de la demanda. En resumen, es la causa principal de que noviembre tenga el precio mensual más bajo desde marzo de 2021, antes de que comenzara la crisis energética (a finales de la primavera del mismo año). Al incremento de la producción eólica también se sumó el importante crecimiento experimentado por la hidráulica (+180%) y la fotovoltaica (+30%). Por eso la generación de origen renovable cubrió el 62,8% de la producción, lo que supone un máximo histórico, que supera al que se estableció en febrero de 2021, cuando se alcanzó el 60,9%.