De Guindos avala las fusiones bancarias en plena opa hostil de BBVA a Banco Sabadell
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, se muestra partidario de las fusiones bancarias con el objetivo de acelerar la consolidación, en pleno choque entre BBVA y Banco Sabadell por el lanzamiento de una opa hostil del primero sobre el segundo. Durante su intervención en un evento organizado por el IESE y FTI Consulting, el exministro de Economía español, ha admitido que le gustarían integraciones transfronterizas, es decir, entre entidades de diferentes nacionalidades, un proceso complicado de vislumbrar en el corto plazo a causa de la falta de una unión bancaria y del mercado de capitales, ha apuntado.
Respalda así la idea del presidente de Francia, Emmanuel Macron, que ha mostrado favorable a este tipo de integraciones. "Negociar como europeos significa que necesitamos consolidación como europeos. Ahora tenemos que abrir esta caja y ofrecer un enfoque de mercado único que sea mucho más eficiente", destacó en una entrevista el líder galo. De Guindos ha señalado que existe un problema de valoración de los bancos europeos, que se influido a su vez por otras circunstancias como la productividad o la evolución demográfica, situación que podría cambiar de llevarse a cabo esta consolidación.
A esto se sumaría, a su juicio, la "falta de voluntad política" a la hora de impulsar el mercado de capitales, una tarea "nada sencilla". Ha puesto como ejemplo lo sucedido en la última reunión de Ecofin, donde los miembros de la Unión Europea no fueron capaces de alcanzar un acuerdo para armonizar la retención de dividendos. No obstante, una de las mayores trabas para acometer uniones entre bancos de diferente nacionalidad estaría en la ausencia de un fondo de garantía de depósitos único para toda la eurozona.
Al ser preguntado por la decisión del Banco de España (BdE) de elevar el colchón de capital anticíclico hasta el 1%, el número dos del BCE ha considerado que se trata de una medida "adecuada", que sirve para afrontar momentos complicados y que tiene en consideración la situación que atraviesa la banca desde el punto de vista de la rentabilidad. El plan trazado por el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos pasa por establecer un nivel del 0,5% a partir del cuarto trimestre de 2024 para empezar a aplicarse en 2025, para incrementarse hasta el citado 1% en caso de que los riesgos se mantengan en niveles intermedios.
De Guindos ha defendido que esta herramienta aprovecha los tiempos de bonanza y ayuda a atajar en una mejor situación las dificultades cuando el ciclo económico comienza a deteriorarse. Tomando como referencia los datos de balance de 2023, las entidades tendrían que abonar 7.500 millones, cifra que variará según la evolución de los mismos. En lo que respecta a la actuación del BCE, el vicepresidente del organismo ha mostrado su convicción de que el crecimiento económico seguirá ganando impulso en los próximos trimestre a medida que la inflación mantiene su senda descendente tras aproximarse a la barrera del 2%.
El pasado mes de abril el IPC armonizado se estancó en el 2,4%, mientras la subyacente, que excluye el precio de los alimentos frescos y los energéticos por su mayor volatilidad, se relajó hasta el 2,7%, senda en la que prevé que fluctuará en el corto plazo. No será hasta el próximo ejercicio cuando anticipa que convergerá de forma estable a la meta del 2%, sin obviar riesgos como la evolución de los salarios y su papel en los efectos de segunda ronda.