La próxima guerra comercial entre Estados Unidos y China será por el control de las materias primas: ¿qué pasará con Europa?
Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo, están al borde de una nueva guerra comercial. Esta vez, la disputa será por quién dominará el suministro de materias primas esenciales como el litio, el cobalto y las tierras raras. Estos recursos son fundamentales para la producción de baterías, vehículos eléctricos y una amplia gama de dispositivos electrónicos. Con la demanda global en aumento, la batalla por el control de estas materias primas podría crear nuevas tensiones entre ambas superpotencias.
La perspectiva de JPMorgan sobre un conflicto inminente
La creciente dependencia de las energías renovables y la electrificación de la economía global han puesto el acceso seguro y sostenible de las materias primas en el punto de mira. JPMorgan advierte en un informe reciente que “cualquier interrupción en el suministro de estas materias primas podría tener consecuencias drásticas para la economía global y la seguridad nacional de los países involucrados”.
“El reciente anuncio de la administración Biden sobre nuevos aranceles a 18.000 millones de dólares en importaciones chinas ha intensificado el debate sobre si el dominio de China en la cadena de suministro de minerales críticos se convertirá en el próximo campo de batalla estratégico entre Estados Unidos y China,” escribieron en una nota a los clientes.
En 2022, China produjo el 68% de los minerales de tierras raras del mundo y el 70% de su grafito. Sin embargo, el verdadero dominio de China radica en sus capacidades de procesamiento, refinando el 100% del suministro mundial de grafito, el 90% de las tierras raras y el 74% del cobalto.
La importancia estratégica de las materias primas
Las materias primas como el litio, el cobalto y las tierras raras son esenciales para la producción de baterías de alta capacidad, necesarias para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía renovable. China, que actualmente domina el suministro global de tierras raras, ha utilizado esta ventaja para consolidar su posición en el mercado global. La capacidad de China para procesar estos materiales a gran escala le otorga un poder significativo sobre las cadenas de suministro globales.
El papel de Estados Unidos en la producción y la independencia de recursos
Estados Unidos, consciente de su dependencia en el suministro extranjero, ha comenzado a tomar medidas para asegurar su propia producción de materias primas críticas. Inversiones en minería doméstica y en tecnologías de reciclaje avanzadas están en marcha para reducir la dependencia de las importaciones. La administración actual ha implementado políticas para incentivar la producción local y asegurar un suministro constante de estos recursos esenciales. Sin embargo, Estados Unidos aún depende al 100% de las importaciones para 12 minerales críticos, incluyendo el arsénico, el galio y el grafito.
Implicaciones geopolíticas de la lucha por las materias primas
El control de las materias primas no solo tiene implicaciones económicas, sino también geopolíticas. La lucha por estos recursos podría intensificar las tensiones entre Estados Unidos y China, afectando a otros países y regiones que dependen de estas cadenas de suministro como Europa. La capacidad de una nación para asegurar un flujo constante de materiales críticos podría determinar su posición en la economía global y su influencia en el escenario internacional.
Para mitigar los riesgos, tanto Estados Unidos como otras naciones están debatiendo estrategias para diversificar sus fuentes de materias primas. Esto incluye inversiones en países con reservas no explotadas y acuerdos comerciales para asegurar un suministro diversificado y estable. La creación de alianzas estratégicas y la cooperación internacional serán esenciales para enfrentar las complejidades de un mercado cada vez más competitivo y volátil.