Economía y finanzas

Trabajar después de retirarse

¿Qué es la jubilación flexible y cómo influye en la cotización de la pensión?

¿Qué es la jubilación flexible y cómo influye en la cotización de la pensión?
Imagen de Gundula Vogel en Pixabay.

De todas las opciones que tienen los profesionales que se acercan a la edad legal para jubilarse, la jubilación flexible es la menos atractiva a juzgar por los datos: poco más de 3.500 personas se acogen a esta modalidad, que les permite trabajar a tiempo parcial. Si bien se puede pensar que esto se debe a que los jubilados no suelen tener interés en seguir trabajando una vez que acceden a la pensión, también es posible que exista un número de personas a quienes les parecería interesante la idea, por ello conviene ver cuál es su funcionamiento. 

La vida laboral se está extendiendo cada vez más mientras los trabajadores ven que la edad de jubilación sigue aumentando. En España se prevé que hará falta tener 67 años para jubilarse en el 2027. Aun así, hay muchos motivos para seguir activo después de acceder a las pensiones de jubilación, entre los cuales se puede contar la oportunidad de cotizar más horas en caso de que la cantidad que se va a recibir no cubre las necesidades de los interesados. También se pueden dedicar varias horas a ayudar una comunidad o canalizar una pasión que el trabajo anterior no haya permitido realizar por falta de tiempo. Además, el empleo representa varios beneficios para la salud física y mental de los jubilados.

Bajo este régimen, el trabajador seguirá cotizando a la Seguridad Social, pero la cantidad recibida se reducirá de manera inversamente proporcional a las horas trabajadas como jubilado respecto a la jornada completa. Para compatibilizar una fracción de las prestaciones de la jubilación con otra actividad laboral o profesional, hay algunos requisitos que se tienen que cumplir: haber accedido a la jubilación y estar recibiendo la pensión de la Seguridad Social, no pertenecer a los Regímenes Especiales de las Fuerzas Armadas, de los Funcionarios Civiles del Estado, o del personal de la Administración de Justicia, y que el trabajo que se vaya a realizar se desarrolle a tiempo parcial, lo cual puede representar entre 50% y 75% de una jornada a tiempo completo.

Además, no todos los ingresos son compatibles con la jubilación flexible. Se pueden cobrar prestaciones de maternidad o incapacidad temporal derivadas del trabajo llevado a cabo, pero no las que corresponden a una incapacidad permanente.

El primer paso es comunicar el cambio a la entidad gestora respectiva (como lo sería el Instituto Nacional de la Seguridad Social), que calculará la reducción de la pensión correspondiente de acuerdo a los datos sobre la actividad laboral y la aplicará a partir del día de inicio del contrato. Los jubilados que trabajen sin notificar a las autoridades correspondientes corren el riesgo de verse obligados a devolver las prestaciones cobradas  mientras se llevaba a cabo su actividad, además de pagar sanciones adicionales.

Quienes trabajen bajo la jubilación flexible pueden esperar que mejore la pensión que cobrarán cuando finalicen sus actividades laborales o profesionales. Una vez que terminan, se calcula de nuevo la base reguladora correspondiente al sumar las nuevas cotizaciones realizadas mientras se desarrollaba el trabajo. Esto tendrá un doble efecto: aumentará el porcentaje correspondiente a la base reguladora por haber cotizado más tiempo y, en el caso de las jubilaciones anticipadas, disminuirán el coeficiente reductor aplicado. 

Si el reglamento vigente causara que el importe fuera menor que el que se cobraba anteriormente, se utilizará este último. En los casos que aplican, las pensiones de muerte y supervivencia también sumarán las revalorizaciones que correspondan a las horas trabajadas por los trabajadores que hayan fallecido en situación de jubilación flexible.

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