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¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad y cómo funciona?

Mujer analizando sus deudas
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La Ley de Segunda Oportunidad es un sistema legal que tiene por objetivo el ofrecer la oportunidad a deudores particulares o autónomos de que puedan cancelar o reestructurar sus deudas. Su objetivo principal es la de ayudar a eliminar las deudas de quienes están pasando por una delicada situación económica y que, probablemente, haya sido buen pagador en el pasado.

De esta forma, aquellas personas que se encuentran con dificultades económicas podrán ponerse al día, lo que también implica poder salir de los ficheros de morosos en los que pueda figurar. Este mecanismo gira en torno a la buena fe, lo que hace que sea necesario cumplir con una serie de requisitos para poder acceder a ella.

Entre ellos se encuentra la necesidad de ser persona física, además de existir una justificación que pruebe que el deudor se encuentra en situación de insolvencia o insolvencia inminente, es decir, que se tengan grandes dificultades para pagar. Se considera insolvencia inminente aquella que se prevé que se producirá en los tres meses siguientes.

Aquellas deudas deberán haber sido contraídas actuando de buena fe, entendiendo que cumplen con esta condición los deudores que no se encuentran en ninguno de los casos que figuran en el artículo 487 de la Ley Concursal, lo que implica no haber recibido una condena por delitos patrimoniales o económicos contra administraciones públicas en los últimos 10 años o, en el mismo plazo, haber sido declarada persona afectada en un concurso de acreedores calificado como culpable.

De igual modo, existe un periodo de carencia, por lo que, si el deudor ya solicitó la exoneración de las deudas con la Ley de Segunda Oportunidad en el pasado, deberá haber pasado cierto plazo para volver a solicitarlo. Otro requisito es que debe haber deudas con al menos dos acreedores diferentes, que pueden ser administraciones públicas, entidades financieras, proveedores…

Cómo funciona la Ley de la Segunda Oportunidad

Existen dos formas de obtener la exoneración del pasivo insatisfecho a través de la Ley de Segunda Oportunidad, la primera de ellas a través de un plan de pagos, lo que permite al deudor conservar sus bienes, eliminando parte de las deudas contraídas y abonando la cuantía restante durante un plazo de tiempo que será de tres o cinco años, en función del caso.

Otra vía es a través de la liquidación de la masa activa, por lo que, si el deudor enajena sus bienes, podrá conseguir la cancelación de todas las deudas desde el primer momento. Asimismo, hay que tener en cuenta que, aunque el deudor decida apostar por seguir un plan de pagos, podrá cambiar de opinión para solicitar la liquidación de los bienes cuando lo considere oportuno.

Para iniciar el procedimiento, el deudor debe realizar su solicitud al Juzgado de lo Mercantil, enviando un escrito con todos los detalles acerca de su insolvencia actual o inminente, con la correspondiente documentación que acredite su condición. El proceso se sigue por la vía judicial.

Con respecto a la Ley de Segunda Oportunidad, también hay que recalcar que se pueden cancelar prácticamente todas las deudas, salvo aquellas que figuran en el listado del artículo 489 de la Ley Concursal. De hecho, incluso es posible eliminar deudas públicas de hasta 10.000 euros con Hacienda y otros 10.000 con la Seguridad Social. La exoneración de deudas con Hacienda y la Seguridad Social solo se puede conseguir en una ocasión.

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