El truco de productividad con el que ahorrarás tiempo en el trabajo: distribuye tu día en 'sprints'

En una era donde el teletrabajo está tan presente y a veces gestionamos nosotros mismos nuestra jornada, buscamos maneras para organizarnos mejor. Está comprobado que, mientras más tiempo disponible crees que tengas, más vas a tardar haciendo la tarea que tienes pendiente. Probablemente hayas experimentado alguna vez la situación en la que, teniendo una hora límite para lograr cierto objetivo, te centras mucho más en la tarea porque necesitas entregarla y que por el contrario, cuando tienes "tiempo de sobra" te dispersas o te centras en cosas poco importantes y acabas por completar el ejercicio mucho más tarde. Con el método Sprint creado por el CEO de Energy Project y coautor del libro ‘The Way We're Working Isn't Working’, Tony Schwartz, serás el experto de la productividad.

¿Qué son los 'sprints' de trabajo?

La idea principal es organizar tus tareas en bloques de 90 minutos que son los 'sprints' y después de este rato de acción, descansas lo que veas necesario, entre 5 y 15 minutos. Esta técnica funciona porque su base fundamental es obedecer a los ritmos ultradianos del cuerpo. Para entender esto mejor, dichos ciclos pueden durar alrededor de 90 a 120 minutos y afectan a funciones como el estado de alerta o la concentración. Si nos organizamos considerando estos ritmos, lograremos ser más productivos casi sin esfuerzo. 

Descansar más y lograr más

Lo más importante es que haremos caso a nuestro cuerpo y, lejos de ocultar nuestras necesidades de descanso tras estímulos como el azúcar o el café que nos ayudan a prolongar falsamente nuestro tiempo de actividad -aunque nuestro rendimiento decaiga-, realmente actuamos cuando lo necesitamos.

Ventajas a corto y a largo plazo

Si nos centramos en trabajar intensamente unos 90 minutos y después descansamos lo necesario para recuperarnos, no solo lograremos optimizar energía a corto plazo porque haremos más tareas sino que seremos más productivos a largo plazo porque evitaremos el agotamiento. Así, el burnout no nos afectará considerando que la principal causa de este es el trabajo sin descanso que lleva a una falsa sensación de productividad. 

Maratón vs 100 metros lisos de sprint

Así, según Schwartz, solemos trabajar como si estuviésemos en una maratón -esto es, todo el tiempo corriendo y con prisa-. Sin embargo, la visión óptima para completar nuestras tareas es la de unos 100 metros lisos en los que te conviertes en el corredor y das todo para llegar a la meta en unos cortos pero intensos 90 minutos, para después volver a la calma en unos 15 minutos. 

La vuelta a la calma en el trabajo

Lo que hay que tener claro es que para poder descansar bien en la "vuelta a la calma", es que durante los 90 minutos nos tenemos que haber dedicado exclusivamente a la tarea que tiene que ser completada. Si logramos hacer esto, ahorraremos tiempo y a la larga nos daremos cuenta que disfrutamos más las tareas ya que damos lugar a la creatividad y a que fluyan las ideas que nos pueden dar otro punto de vista. Al encontrar otra perspectiva, mejoramos nuestro trabajo.