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Cuál es factor problemático en tu vida que no te deja ser productivo ni permite que tengas éxito

Cuál es factor problemático en tu vida que no te deja ser productivo ni que tengas éxito
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Con todos los estímulos que tenemos actualmente, resulta muy difícil mantener la concentración por un período prolongado de tiempo, además de que es casi imposible centrarnos en una tarea a la vez. Por más que sepamos de sobra que el multitasking no nos beneficia, acabamos haciendo caso omiso y trabajamos en diversas tareas a la vez. Si aparte de esto, sumamos el hecho de que, por la cultura del inmediatismo en España y en el mundo, estamos acostumbrados a pedir y a que nos pidan que dejemos todo para entregar un resultado al momento, nuestro mayor problema que juega en nuestra contra es que no sabemos priorizar ni sabemos decir que no. Por eso mismo, la inflexibilidad intencional será nuestro mejor aliado. Pero, ¿hasta qué punto nos afecta y cómo podemos mejorarlo? te lo contamos. 

El método de la inflexibilidad intencional: en qué se basa

El truco de la inflexibilidad intencional es nada más y nada menos que volvernos "inflexibles" para proteger nuestras prioridades. Es decir, tenemos que establecer unos límites claros para evitar que nuestras tareas prioritarias se queden a medias por atender tentaciones. En vez de reaccionar, tenemos que planear de antemano basado en lo que sea relevante, y en base a eso, ir desarrollando las tareas.

Su idea fundamental es centrarnos en el "ahora no" más que ir aceptando trabajar en varias cosas a la vez, sin considerar cómo estas pausas afectan a nuestra tarea prioritaria. Al final, aunque nos de miedo ser groseros, si vamos haciendo atendiendo a todas las distracciones, vamos a ralentizar nuestro verdadero trabajo.

Ya sea porque recibimos un mensaje que requiere nuestra atención, porque nuestros hijos nos llaman o porque desde el trabajo nos piden ayuda en otra cosa y nos vemos obligados a dejar lo que estábamos haciendo, nos hemos acostumbrado a no poner límites en cuanto a nuestras prioridades, y a interrumpir constantemente nuestro flujo de trabajo por las necesidades ajenas. 

Quién es el enemigo

Aunque cuidado, puesto que muchas veces somos nosotros mismos los que no nos dejamos ser productivos. Y es que, un factor altamente relevante para que la productividad exista es el descanso. Si no descansamos, no es de esperar que nuestro rendimiento disminuya. Si vemos una película, pero en realidad estamos pendientes de ordenar la ropa o contestar a los correos de trabajo en nuestro tiempo libre, no estamos "aprovechando tiempo", estamos irrespetando nuestro descanso. 

¿Por qué no es bueno el multitasking?

Y es que, según se ha visto reflejado en una investigación de la Universidad de Standford, nuestra productividad decrece un 40% al hacer varias tareas al mismo tiempo. Esto principalmente se nota cuando en vez de centrarnos en varias cosas, eligiendo cuándo dejar una para seguir con otra y continuar con la que tenemos de fondo, aumentamos nuestra productividad puesto que no tenemos que cuestionarnos cuándo hacer cada cosa sino que simplificamos el proceso. Hacemos la primera tarea de la lista, luego la siguiente, después la otra, etc. Ya lo decía Jeff Bezos, dueño de Amazon: al reducir nuestras decisiones, optimizamos nuestro trabajo. 

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